En un trágico y escalofriante suceso que ha sacudido a la comunidad de Yamaranguila, en el departamento de Intibucá, ubicado en el occidente de Honduras, cuatro personas perdieron la vida de manera brutal.
Las víctimas han sido identificadas como Gilberto Bautista, de 42 años, quien se presume era el padre de Eduardo José, un joven de 19 años, Alan Fernando, un niño de 11 años, y Erlyn Bautista Gómez, un pequeño de apenas 9 años.
Esta desgarradora noticia ha sido comunicada por María Gómez, quien es la madre y esposa de las personas fallecidas, lo que hace que este terrible suceso sea aún más devastador para ella y para la comunidad en su conjunto.
Los informes preliminares señalan que las víctimas se ganaban la vida trabajando en la agricultura, una labor honrada y esencial para muchas familias hondureñas.
Sin embargo, la tranquilidad de su rutina se vio interrumpida de la manera más espantosa posible.
Según los detalles disponibles hasta el momento, fueron interceptados en la aldea de Oloa, donde fueron asesinados de forma brutal y, lo que es aún más atroz, sus cuerpos fueron incinerados.
Este horrendo acto de violencia ha dejado conmocionada a la comunidad y ha generado una profunda indignación.
Las autoridades policiales han sido alertadas sobre este múltiple crimen y se han dirigido al lugar del terrible incidente para llevar a cabo las investigaciones correspondientes.
Los cuerpos de las víctimas serán trasladados a la morgue de la capital, donde se llevará a cabo la autopsia necesaria de acuerdo con las leyes del país.
Mientras tanto, la población de Yamaranguila y de toda la región llora la pérdida de estas vidas y exige respuestas, justicia y seguridad para evitar que tragedias de este tipo vuelvan a ocurrir en su comunidad.
