En medio de la polémica generada por la advertencia del gobierno de Honduras sobre el posible retiro de la base militar estadounidense en Palmerola como respuesta a las anunciadas deportaciones masivas por parte del presidente electo Donald Trump, el cardenal Óscar Andrés Rodríguez se pronunció con un mensaje de calma, diálogo y reflexión.
Desde Tegucigalpa, el líder de la Iglesia Católica hondureña subrayó la importancia de buscar consensos a través de la conversación y no mediante amenazas. “Tiene que haber diálogo, y no es con amenazas que se logran alcanzar metas”, expresó Rodríguez, invitando a ambas naciones a actuar con prudencia en este momento de incertidumbre.
Deportaciones masivas: ¿realidad o exageración?
Respecto al anuncio de Trump de intensificar las deportaciones, el cardenal consideró inviable una medida de tal magnitud. “Es imposible pensar que llegarán esas masas de retornados, ni que pusieran toda la Fuerza Aérea de los Estados Unidos a traer deportados”, reflexionó, en un intento por calmar los temores que este anuncio ha generado en el país.
Un llamado a la introspección política
El Cardenal también aprovechó la oportunidad para abordar otros temas críticos, como las denuncias de corrupción y narcotráfico que han manchado a varios personajes políticos. “Todos debemos dar cuentas a Dios de nuestras actuaciones. El que hace el mal termina mal”, advirtió, haciendo un llamado a la ética y a la integridad en el ámbito público.
Asimismo, sugirió a quienes aspiren a cargos políticos dedicar tiempo a la oración y la reflexión, citando como recursos valiosos las encíclicas del Papa Francisco Laudato si’ y Fratelli tutti. “Es importante centrarse en metas positivas y constructivas para el país”, afirmó.
Un mensaje de esperanza y positividad
En un tono conciliador, Rodríguez hizo un llamado a los medios de comunicación y a la sociedad en general para enfocar la atención en las buenas noticias y no únicamente en las tragedias y conflictos. “En Honduras hay más bien que mal, pero solo el mal se publicita. Tenemos derecho a la salud mental”, señaló, destacando el inicio del año jubilar de la esperanza en 2025 como una oportunidad para renovar el optimismo y la fe en el futuro del país.
El contexto del diálogo con Estados Unidos
Las declaraciones del Cardenal llegan en un momento en el que las relaciones entre Honduras y Estados Unidos están en el centro del debate nacional. Mientras la presidenta Xiomara Castro mantiene una postura firme y advierte sobre la posibilidad de reconsiderar la cooperación militar con Washington, figuras como Rodríguez llaman a la prudencia y a la búsqueda de soluciones constructivas que beneficien a ambas naciones.
