Iglesia Católica llama a no burlarse del que sufre y pide a los políticos servir al pueblo

Nacionales

Tegucigalpa, Honduras. Bajo el ardiente sol de la capital hondureña y el silencio reflexivo de los fieles, la Iglesia Católica de Honduras conmemoró este Viernes Santo la Pasión de Jesús con un llamado claro y contundente: no burlarse de quienes sufren, no desanimarse ante la duda, y no utilizar la política como un medio para servirse del pueblo, sino para ayudarlo.

Durante la segunda estación del Santo Viacrucis, donde se recuerda a Jesús cargando la cruz, el arzobispo de Tegucigalpa, José Vicente Nácher, reflexionó con palabras firmes:

“Ayúdanos a no unirnos a los que se burlan de quienes sufren y son débiles, ayúdanos a reconocer tu rostro en los humillados y los marginados, ayúdanos a no desanimarnos ante las dudas del mundo cuando se ridiculiza la obediencia a tu voluntad”.

La celebración fue seguida por decenas de feligreses que caminaron junto al clero por las calles de la ciudad capital, en un acto cargado de espiritualidad, recogimiento y denuncia ante la indiferencia social. En cada estación, se resaltó no solo el sufrimiento de Cristo, sino también el de los sectores más olvidados de Honduras, aquellos que a diario cargan su propia cruz: la pobreza, la violencia, el desempleo y la exclusión.

Durante la cuarta estación, el arzobispo pidió a la Virgen María que “nos enseñe a creer y nos ayude a que la fe nos impulse a servir, a socorrer y a compartir el sufrimiento”, destacando el papel de la mujer creyente en la vida activa de la Iglesia y en la sociedad.

En un momento de fuerte crítica social, el arzobispo Nácher advirtió que la caída de Jesús no representa debilidad, sino una enseñanza contra el orgullo humano:
La soberbia de pensar que podemos forjarnos a nosotros mismos ha convertido al hombre en mercancía, en objeto de nuestros propios experimentos, mientras mancillamos cada vez más profundamente la dignidad humana”, sentenció.

Mientras tanto, en San Pedro Sula, el arzobispo Miguel Lenihan dirigió otro mensaje poderoso, esta vez enfocado directamente a los actores políticos del país. En su intervención tras presidir el Viacrucis, Lenihan exhortó a los candidatos de las próximas elecciones generales a que “no busquen el poder para servirse del pueblo, sino para servirlo”.

Busquen el bien común, escuchen a su pueblo, caminen con él y trabajen por una Honduras con más empleo, menos inseguridad y más dignidad para todos”, enfatizó el prelado ante cientos de fieles que lo acompañaron en la segunda ciudad más importante del país.

Las actividades del Viacrucis se replicaron en todas las diócesis y parroquias de Honduras, con transmisiones en vivo a través de radio, televisión y redes sociales de la Iglesia, permitiendo que miles de fieles siguieran la jornada desde sus hogares.

En medio de alfombras de aserrín coloridas, incienso, cantos y silencio, la Iglesia Católica recordó al país que la cruz de Cristo sigue presente en cada rostro doliente, y que el verdadero camino hacia la resurrección pasa por la empatía, la justicia social y el servicio desinteresado. Una reflexión profunda para una nación sedienta de esperanza y transformación.