Ciudad del Vaticano.Su Santidad el Papa Francisco, murió a causa de un derrame cerebral seguido de un paro cardíaco, según informó oficialmente la Oficina de Prensa del Vaticano en un comunicado emitido la noche del lunes.

La declaración, firmada por el director de la Dirección de Salud e Higiene del Estado de la Ciudad del Vaticano, Andrea Arcangeli, también señaló que la muerte del pontífice fue influenciada por una serie de padecimientos preexistentes, entre ellos una “previa insuficiencia respiratoria aguda”, hipertensión arterial y diabetes tipo II, enfermedades que complicaron gravemente su estado de salud.
El Papa Francisco, de 87 años, fue ingresado en el hospital a principios de este año durante cinco semanas, luego de presentar una infección respiratoria severa que más tarde fue diagnosticada como una infección polimicrobiana, la cual evolucionó a una neumonía bilateral.
De acuerdo con su equipo médico, en ese momento su vida estuvo en riesgo, y por instantes se contempló suspender el tratamiento para permitirle una muerte digna.
Aunque su condición logró estabilizarse, Francisco continuó su recuperación en su residencia en la Casa Santa Marta, desde donde seguía de cerca la vida eclesial y algunos compromisos pastorales de forma limitada. En una muestra de compromiso y fe, pese a su delicada salud, fue visto en varias apariciones públicas durante la Semana Santa, incluyendo su última bendición en el Domingo de Resurrección desde la Basílica de San Pedro, donde fue recibido con calidez por miles de fieles.
La muerte de Francisco marca el final de un papado histórico. Elegido en 2013 como el primer Papa jesuita y el primero proveniente de América Latina, el pontífice argentino se destacó por su cercanía al pueblo, sus reformas en la curia, su lucha por una Iglesia más abierta y su énfasis en la misericordia como pilar del Evangelio.
El Vaticano anunciará en las próximas horas el protocolo para los funerales papales, así como la convocatoria oficial para el cónclave que elegirá a su sucesor.
El mundo católico, y millones de creyentes alrededor del planeta, inician un tiempo de luto, oración y reflexión ante la partida de un líder que marcó una era.
El Papa Francisco deja como legado no solo sus encíclicas y decisiones doctrinales, sino una espiritualidad enfocada en el amor al prójimo, el cuidado de los más pobres y el llamado urgente a la paz, la reconciliación y el cuidado del planeta.