Olanchito florece: dos años sin incendios y un legado verde que ya se siente

Opiniones

Una respuesta al fondo ambiental.

Este 21 de abril, en el Día Mundial de la Tierra, Olanchito tiene algo más que conciencia ambiental para celebrar: tiene resultados. Han pasado dos años exactos desde que no se reportan incendios forestales en las zonas de amortiguamiento de Uchapa y Pimienta, y en el Cerro Pacura, un hecho sin precedentes que marca un antes y un después en la gestión ambiental del municipio.

Se trata de más de 9,000 hectáreas de bosque que han sido resguardadas con visión y estrategia por parte de la Municipalidad de Olanchito bajo el liderazgo del alcalde Juan Carlos Molina, quien desde el primer día de su gestión comprendió que el agua que bebemos, el aire que respiramos y la tierra que cultivamos dependen, en gran medida, de lo que ocurre en estas laderas de vida.

Durante años, estos territorios eran presa fácil de las llamas provocadas por la quema ilegal, la invasión de terrenos y la ausencia de vigilancia. Hoy, gracias a patrullajes de guarda bosques, acciones legales, conciencia ambiental y trabajo conjunto con la UMA y el ICF, estas áreas están empezando a regenerarse.

Se estima que más de 100,000 árboles jóvenes han comenzado a recuperar su lugar, dando paso a un manto verde que nuevamente protege el suelo, regula las fuentes de agua y permite que los animales regresen.

¿Qué hemos ganado en estos dos años? Temperaturas más frescas, nubosidad más constante, menor radiación solar, mayores lluvias en épocas secas y, sobre todo, la certeza de que estamos sembrando futuro.

Estudios de regeneración forestal estiman que un bosque joven puede recuperar hasta 70% de su cobertura vegetal original en cinco años si se mantiene libre de incendios【FAO, 2021】.
¿Qué hemos ganado científicamente hablando?
• Según el Instituto Hondureño de Ciencias Forestales (ICF), un bosque regenerado en 24 meses puede aumentar la retención de agua en el suelo en un 30% y reducir la escorrentía superficial hasta en un 50%, lo que se traduce en más fuentes de agua activa en las microcuencas del municipio.
• La cobertura arbórea en laderas también reduce la temperatura del aire entre 2 y 4°C, según estudios del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
• A nivel atmosférico, el bosque en recuperación absorbe hasta 20 toneladas de CO₂ por hectárea al año, ayudando a mitigar el cambio climático.
• Y en términos de biodiversidad, la ausencia de incendios permite el retorno de aves polinizadoras, reptiles y pequeños mamíferos, esenciales para el equilibrio del ecosistema.

Lo que hoy es brote, en diez años será sombra. Lo que hoy es ladera húmeda, mañana será cuenca activa que abastezca de agua a las futuras generaciones.

Y si el bosque no arde, la ciudad respira. Por eso, desde este espacio editorial, llamamos a valorar lo que hoy puede parecer invisible, pero que será evidente con el paso del tiempo. La decisión de Juan Carlos Molina de proteger esas tierras no solo es política ambiental, es legado.

Uno que será recordado por nuestros hijos y nietos cuando, bajo la sombra de estos árboles, comprendan que alguien en el pasado se atrevió a decir: “¡Basta ya de quemar nuestro futuro!”

Que este Día de la Tierra nos sirva de recordatorio: la tierra no se hereda, se protege. Y en Olanchito, estamos dando pasos firmes hacia ese compromiso.