Trujillo, Colón – El centro penal de Trujillo, uno de los más antiguos del país, será oficialmente cerrado por las autoridades penitenciarias de Honduras debido a su grave deterioro estructural y condiciones inadecuadas para la reclusión humana.

La decisión forma parte de una estrategia de reordenamiento carcelario impulsada por la Comisión Interventora del Sistema Penitenciario Nacional.
Según informó el general Ramiro Muñoz, presidente de dicha comisión, la cárcel de Trujillo —construida a finales del siglo XIX— no reúne las condiciones mínimas de seguridad, higiene ni capacidad.
Además, su localización en pleno centro de la ciudad, en cercanía de centros educativos y de salud, representaba un riesgo para la población trujillana.
El proceso de traslado de los reclusos hacia otros centros penales del país comenzará este martes. Uno de los principales destinos será el centro penal de Olanchito, en el departamento de Yoro.
No obstante, con el objetivo de evitar la sobrepoblación en esa instalación, los internos que ya están pagando condena en Olanchito serán reubicados en otros recintos penitenciarios del país.
Las autoridades detallaron que se están priorizando los traslados según criterios de clasificación penal, tipo de delito, condena y situación jurídica, en apego a los derechos humanos de los privados de libertad.
Este cierre se suma al de otros centros penitenciarios del país que han sido clausurados recientemente en el marco de un plan nacional de transformación del sistema penitenciario, el cual busca garantizar condiciones mínimas de dignidad, seguridad y rehabilitación.
Organismos defensores de derechos humanos han señalado la urgencia de estas reformas, mientras la ciudadanía espera que estas acciones vengan acompañadas de una verdadera política de reinserción social y no solo de redistribución de personas privadas de libertad.