Cuando el arbitro apenas sonaba su silbato en el estadio San Jorge de Olanchito, Denis Fúnez ya tenía la pelota en la red. Y es que Ocote FC, ese equipo que salió de la aldea de El Ocote, le dio una clase de cómo se madruga a un rival en los primeros 30 minutos, clavándole nada más y nada menos que cuatro goles al pobre River de Puerto Cortés, que no sabía si jugar fútbol o pedir auxilio por altavoz.
Ledy Martínez, que parece tener un imán en el botín y un GPS en el área, se despachó con dos goles como quien reparte mangos en temporada.
Y Javier Dueñas, con toda la finura de un poeta del gol, selló el cuarto tanto y prácticamente les gritó al público: “esto ya está resuelto”.
Pero como en el fútbol siempre hay espacio para el drama, los de River despertaron tarde, como estudiante que recuerda el examen a las 7:59 a. m. Se vinieron con todo y marcaron tres goles, metiendo nervio en la gradería, sudor en la frente del técnico y apuros hasta al del bus que los trajo a la cívica.
Y para rematar la novela, Ocote FC falló un penal, porque si no hay sufrimiento no hay gloria, y si no hay penal errado no hay anécdota para contar en la pulpería. El marcador final fue 4-3, con más emociones que telenovela turca.
Ahora los Comejamos, con el pecho inflado y la esperanza desbordada, jugarán este miércoles contra los Bucaneros de La Ceiba en el partido de ida. Que se preparen los ceibeños, porque el equipo de la tierra del jamo no va a pescar, va a hundir barcos.
¡Y que suenen los tambores, que Ocote FC está en la fiesta grande!
