OLANCHITO, YORO. — Al parecer, en Honduras no solo escasea el empleo, también escasean… ¡los pernos grandes! Y no lo decimos nosotros, lo dijo sin rubor alguno el mismísimo ministro de CONDEPOR, Mario Moncada —sí, el hermano de la candidata presidencial Rixi Moncada—, durante su visita relámpago a Olanchito.
El escenario: la ya famosa cancha multiusos cuyo techo se vino abajo más rápido que promesa en campaña. ¿La causa? Según don Mario, “no encontraron pernos más grandes en Olanchito, por eso pusieron los que encontraron en el mercado local”.
¡Ah bueno! Y aquí creyendo que para construir se usaban normas técnicas y no compras improvisadas al estilo “vaya mijo, tráigame lo que halle en la ferretería del centro”.
Recordemos que cuando cayó el techo, el mismo Moncada no dudó en culpar a “la fuerza de la naturaleza”, como si hubiera pasado un huracán categoría 5 y no un simple ventarrón de tarde lluviosa. Ahora, en su nuevo episodio de explicaciones creativas, reconoce que fue un “error humano” y que los materiales “no eran los adecuados”.
Pero tranquilos todos, que según él, la empresa constructora ya pidió disculpas públicas (aunque nadie las escuchó ni las vio) y se comprometió a reconstruir la obra en 15 días. ¡Sí, leyó bien! Quince días para levantar lo que antes se cayó con viento de agosto.
Y mientras tanto, el Ministerio Público sigue sin aparecer, como si las sospechas de sobrevaloración o negligencia fueran temas de novela y no de justicia. Porque claro, en Honduras el cemento se seca más rápido que lo que se activa un fiscal.
Una cancha caída, una empresa perdonada, un ministro confundido y una ciudad que merece respeto, no excusas sacadas de feria de pueblo.
Porque en este país, al final del día, los únicos que tienen pernos de verdad… son los que aguantan estas burlas y siguen esperando que alguien construya con dignidad.
