Fin de ‘La Escuelita’ y cambios en el proceso de recuperación académica

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El ministro de Educación, Daniel Esponda, compartió una serie de cambios significativos que marcarán un nuevo enfoque en la política educativa del país. Entre las novedades más destacadas se encuentra la eliminación progresiva de “La Escuelita” para alumnos reprobados, un programa que anteriormente brindaba oportunidades adicionales para aquellos estudiantes que no alcanzaban los estándares académicos requeridos.

Según la nueva normativa, se permitirá únicamente la realización de dos procesos de recuperación: uno al finalizar el año escolar y otro al comienzo del siguiente.

El ministro enfatizó que se está reconsiderando la viabilidad de mantener ambas instancias de recuperación, y se inclina hacia la implementación de una sola recuperación adicional, con un enfoque más enfocado y estructurado.

Además, se subrayó la importancia de proporcionar un apoyo integral a los estudiantes en este proceso, incluida la asesoría de docentes y el suministro de guías de aprendizaje a los padres para facilitar la colaboración en el progreso académico de sus hijos.

En cuanto al calendario escolar, se informó que la finalización del año académico está prevista para el 30 de noviembre en la mayoría de los departamentos, aunque en Gracias a Dios e Islas de la Bahía se extenderá hasta el 15 de diciembre debido a la pérdida de clases durante el año.

La entrega de las guías de aprendizaje se llevará a cabo al término del año escolar, con la esperanza de brindar a los estudiantes recursos y herramientas valiosos para su desarrollo continuo.

Se espera que estas reformas conduzcan a una reducción significativa en la tasa de estudiantes reprobados, en parte debido a la normalización progresiva de la situación educativa después de la pandemia de Covid-19 y a la influencia positiva de la implementación de programas como la merienda escolar.

El enfoque primordial de estas iniciativas es garantizar que los alumnos adquieran habilidades fundamentales, incluyendo la alfabetización sólida, la capacidad de análisis crítico y el dominio de competencias digitales, aspectos cruciales para su desarrollo integral y su éxito futuro.