Bajo un cielo intensamente azul y un sol ardiente que parecía abrazar cada rincón, Olanchito vivió este lunes una jornada histórica al conmemorar los 204 años de independencia patria.

Desde temprano, las notas solemnes de los himnos de los cinco países centroamericanos resonaron en la Plaza de las Banderas, donde se izaron con orgullo los pabellones, dando inicio a una celebración cargada de civismo.
El colorido desfile recorrió las principales calles de la ciudad, encabezado por el alcalde municipal, acompañado de autoridades del COSECIO y del sector educativo.
Tras ellos, en un despliegue de juventud y talento, marcharon los estudiantes de los distintos centros de educación media de la ciudad.

Las bandas marciales y de guerra marcaron el paso, mientras las palillonas, con sus trajes resplandecientes, arrancaban aplausos entre los espectadores.
El intenso calor fue un desafío. Algunos jóvenes, víctimas de insolación, no lograron llegar al final del recorrido; sin embargo, su esfuerzo no se vio opacado.
El espíritu patriótico de cientos de muchachos que, pese al ardiente sol, saludaron con paso firme y mirada altiva a la patria en su 204 aniversario.

Las celebraciones concluyeron en la Plaza Cívica, donde los institutos presentaron cuadros artísticos que reflejaron la riqueza cultural de Olanchito.
Entre los participantes destacaron el Instituto Guillermo Moore, Espíritu Santo, Francisco J. Mejía, Inmaculada Concepción, San Francisco de Asís, Rosa Amalia y el Instituto José Trinidad Cabañas. Cada uno aportó su propio toque de talento, llenando de color, música y movimiento a la ciudad.

Olanchito, reconocida como ciudad cívica y cuna de escritores y poetas, volvió a revivir en esta jornada las escenas de antaño: familias completas en las aceras, niños ondeando banderitas, ancianos recordando sus años de desfile.
La mezcla de juventud, tradición y fervor patrio convirtió esta celebración en un homenaje vivo a la independencia y a la identidad hondureña que late con fuerza en el Valle del Aguán.
