La Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG), a través del Servicio Nacional de Sanidad e Inocuidad Agroalimentaria (Senasa), en coordinación con el Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA), ha puesto en marcha un plan de emergencia para frenar el avance de la langosta voladora (Schistocerca piceifrons piceifrons), que amenaza con extenderse por el norte del país y poner en riesgo la producción agrícola nacional.

Desde el pasado año, cuando el Gobierno declaró Alerta Fitosanitaria, se han detectado brotes recurrentes en el Valle del Aguán, especialmente en Olanchito, Yoro, y más recientemente en el municipio de La Masica, Atlántida, lo que según expertos indica un proceso de expansión natural de la plaga hacia el litoral atlántico.
De acuerdo con especialistas en entomología agrícola, la langosta voladora centroamericana puede recorrer entre 100 y 150 kilómetros por día, dependiendo de las corrientes de viento, lo que significa que, si no se controla, podría alcanzar en cuestión de días zonas productivas de Colón, Atlántida e incluso el Bajo Aguán.
El ingeniero agrónomo Julio Fajardo, consultor del OIRSA, explicó que “la fase gregaria es la más peligrosa, porque las mangas de adultos pueden elevarse hasta 1,500 metros sobre el nivel del mar y desplazarse con rapidez, devorando todo tipo de vegetación verde a su paso”.
Científicamente, la langosta pasa por tres etapas críticas: huevo, ninfa (fase saltadora) y adulto alado. Si las ninfas no son controladas a tiempo, el brote puede multiplicarse exponencialmente, pues cada hembra pone entre 60 y 80 huevos por postura.
En respuesta a los nuevos focos detectados, SENASA y OIRSA han intensificado las acciones de control con brigadas de campo y tecnología aérea.

El representante interino del OIRSA en Honduras, Harold Suárez, informó que ya se incorporó un dron facilitado por la empresa privada para fumigación y monitoreo en La Masica, mientras que otro dron se sumará con fondos de emergencia para ampliar la cobertura.
Por su parte, la ministra de la SAG, Laura Elena Suazo, destacó que “esta declaratoria ha permitido coordinar a nivel nacional acciones de monitoreo, diagnóstico y contención. Nuestro deber es actuar con prontitud para evitar que esta plaga se extienda y cause pérdidas en el sector agrícola”.
En Olanchito, Yoro, las autoridades de la SAG reportan que las mangas detectadas fueron controladas, aunque segun sus técnicos persisten focos activos en Calpules, El Ocote y Palo Verde, donde se observan ninfas que podrían alcanzar la fase adulta en las próximas semanas.
Los agricultores de las zonas afectadas reportan daños significativos en maíz, plátano, sandía, cítricos y pastos para ganado. Ante ello, la SAG trabaja de forma coordinada con gobiernos locales y productores, implementando campañas de sensibilización y asistencia técnica para identificar nidos y aplicar controles químicos y biológicos.
El director general de SENASA, Ángel Emilio Aguilar, instó a la colaboración de todos los sectores:
“Estamos haciendo todo lo que está a nuestro alcance, pero esta lucha no se gana solos. Necesitamos que las autoridades municipales y los productores participen activamente en la detección temprana y el control de los focos”.
Expertos recomiendan intensificar el monitoreo satelital y entomológico, identificando los sitios de oviposición (donde las langostas ponen sus huevos), usualmente en suelos arenosos con vegetación baja. La aplicación de insecticidas biológicos a base de hongos entomopatógenos como Metarhizium anisopliae se considera más sostenible y menos tóxica que los químicos tradicionales.
Asimismo, advierten que, si el control no se realiza en la fase temprana, las mangas adultas podrían cruzar fronteras y llegar a otros departamentos generando una emergencia regional como la ocurrida en 2020.
La expansión de la langosta voladora es una advertencia sobre la fragilidad del ecosistema agrícola hondureño y la urgencia de fortalecer la vigilancia fitosanitaria permanente.
De no contenerse a tiempo, la plaga podría comprometer la seguridad alimentaria y las exportaciones agrícolas, pilares fundamentales de la economía.