Bacheo exprés, otro fracaso: duró menos que una promesa política

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OLANCHITO, Yoro. — A menos de un mes de haber sido bacheado por el gobierno, el tramo carretero entre Olanchito y Sabá ya luce como si nunca hubiera recibido reparación. Lo que debía ser un alivio para los transportistas y vecinos del valle del Aguán esta terminando convertido en un nuevo motivo de indignación: el asfalto se deshace, los huecos reaparecen, y la sensación de abandono vuelve a apoderarse de los conductores.

Eso fue una vulgaridad, una chabacanada, como decimos aquí”, expresó un vecino de la comunidad de San Luis, señalando el cabezal del puente donde el pavimento apenas resistió una semana. “Lo que hicieron no duró ni quince días. Pura pintura negra sobre el lodo”.

El deterioro más evidente se registra entre San Luis y Bálsamo, donde la superficie asfáltica parece haber sido tragada por un socabon que nunca repararon. En ese punto, el bacheo —hecho a toda prisa, según testigos— comenzó a cuartearse a los pocos días, dejando expuesta un tremendo agujero. “Hecharon el asfalto en el aire abajo bo rellenaron”.

Más grave aún, el tramo entre Puerto y el desvío del puente del Aguán, considerado el más crítico de la carretera, nunca fue intervenido. Los conductores aseguran que esa parte sigue siendo “una pesadilla de huecos y lodo”, especialmente para el transporte de vehículos livianos que es muy común ver a la orilla con llantas destruidas.

Ni siquiera pasaron por ahí. Es la parte más dañada y la dejaron igual. No entiendo cómo se puede llamar ‘bacheo’ a un trabajo que ignora lo más urgente”, lamentó un productor de la zona.

Es una vergüenza nacional. Se siguen burlando de nosotros. Pagamos impuestos, producimos, pero seguimos con las mismas calles destrozadas”, escribió un usuario desde la comunidad de Bálsamo.

De esta manera se sigue trabajando sin un norte claro obras hechas sin planificación, fiscalización ni seguimiento. “No se trata solo de un mal bacheo —explica un experto en infraestructura—, sino de una falla estructural en la gestión pública. Se hacen reparaciones cosméticas que duran semanas, no años, y el dinero se esfuma sin resultados.”