La próxima administración de Nasry Asfura Papi a la Orden marcará un giro claro desde el primer día, al confirmar que no se realizará una toma de posesión ostentosa en el Estadio Nacional, priorizando la austeridad, la responsabilidad y el uso correcto de los recursos públicos en beneficio del pueblo hondureño.
La designada presidencial electa, María Antonieta Mejía, adelantó que el 27 de enero se llevará a cabo únicamente un acto protocolario, sobrio y simbólico, descartando cualquier evento multitudinario que implique altos costos para el Estado.
La decisión responde al compromiso de iniciar el gobierno trabajando desde el primer día y no destinando fondos públicos a celebraciones fuera de la realidad.
Desde el nuevo gobierno se ha enfatizado que los recursos que tradicionalmente se destinan a ceremonias de gran escala pueden ser mejor utilizados en acciones concretas que beneficien directamente a la población, especialmente en un contexto donde el país demanda soluciones inmediatas y un enfoque responsable en el manejo del dinero público.
Fiel a su estilo, Papi a la Orden mantendrá una línea de sencillez, cercanía y trabajo permanente, características que han marcado su trayectoria. En lugar de una celebración ostentosa, el presidente electo iniciará un recorrido a nivel nacional para agradecer personalmente al pueblo hondureño la confianza depositada en las urnas y reafirmar su compromiso con cada comunidad.
Desde el primer día de gobierno se anunciarán decisiones importantes que marcarán el rumbo de la nueva administración, dejando claro que el enfoque estará puesto en resolver problemas, ejecutar proyectos y demostrar con hechos hacia dónde se encamina el país bajo un gobierno serio, austero y enfocado en resultados.
