El expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, se encuentra inmerso en el cuarto día consecutivo de su juicio en la Corte del Distrito Sur de Nueva York, enfrentando acusaciones de narcotráfico y posesión de armas por parte de la justicia estadounidense.
La sesión judicial inició con el juez Kevin Castel informando que el miembro del jurado número 14, quien previamente había solicitado permiso para una celebración personal, ahora alega estar enfermo y no puede asistir al debate de este viernes.
En esta jornada, el exalcalde de El Paraíso, Copán, Alexander Ardón, conocido como “Doble AA”, continúa testificando desde el estrado. El abogado defensor, Renato Stabile, aprovechó la situación para solicitar la suspensión de la audiencia, sin embargo, su petición fue denegada y la audiencia continuó como estaba programada.
El abogado Raymond Colon, representante legal en el caso, solicitó al juez que Ardón evitara mencionar el juicio de Tony Hernández, otro político hondureño condenado por narcotráfico en Estados Unidos.
El interrogatorio de Colon comenzó alrededor de las 9:15 de la mañana, hora de Honduras. Durante la sesión, Ardón reveló que conoció al expresidente Porfirio Lobo Sosa en 2008, quien le prometió que, en caso de ganar la presidencia, Juan Orlando Hernández ocuparía el cargo de presidente del Congreso.
Ardón admitió haber entregado 2 millones de dólares a Lobo Sosa en dos pagos, y que no tuvo objeciones en relación con la ley de extradición en 2008.
El abogado Colon indagó sobre las propiedades adquiridas por Ardón con las ganancias del narcotráfico, entre ellas una casa en El Limón, otra en San Pedro Sula, fincas, vehículos de lujo y la construcción de carreteras.
Aunque hubo correcciones sobre los detalles financieros, Ardón confirmó la adquisición de una finca para su padre en Santa Bárbara por alrededor de un millón de dólares.
El testimonio de Ardón detalló la compra de una flota de vehículos lujosos, incluyendo marcas como Toyota, Landcruiser, Lexus y Porsche, mientras que Colon reflexionó sobre la cuantiosa suma de dinero involucrada en estas transacciones.
Este día de juicio ha sido revelador, exponiendo aún más las conexiones entre la política y el narcotráfico en Honduras, así como las implicaciones financieras derivadas de estas actividades ilícitas. El proceso judicial continúa arrojando luz sobre la compleja red de corrupción y crimen organizado en el país centroamericano.