Bajo el resplandor del ardiente sol, las calles de Olanchito se convirtieron en un escenario de pura elegancia y gracia durante el desfile de carrozas en el Carnaval del Jamo.
Bellas jovencitas, ataviadas con trajes carnaveleros que realzaban su esbelta figura, adornaron la tarde con sus sensuales bailes y cuerpos que parecían esculpidos por el mejor escultor.
La Madrina del Carnaval hizo su entrada triunfal, rodeada de un séquito de jóvenes cuyos movimientos hipnóticos deleitaron a los espectadores.
Otra que destacó fue la presencia de Jissel Pacheco, la Tocoeña cuyo baile enérgico y sensual hizo suspirar a más de uno a lo largo de todo el recorrido.
Las jóvenes estudiantes del Instituto Mejía no se quedaron atrás, aportando su toque de belleza y elegancia al desfile. Con gracia y desenvoltura, más de una veintena de jóvenes deslumbraron a los espectadores, quienes desde las 3 de la tarde aguardaban con ansias el paso de las carrozas.
El desfile fue un verdadero festín para los sentidos, donde la música, los colores vibrantes y la energía contagiosa de las jóvenes embellecieron la ciudad y dejaron una impresión imborrable en la memoria de todos los presentes.
El Carnaval del Jamo demostró una vez más ser una celebración llena de vida y alegría, donde la belleza y la elegancia se fundieron en un espectáculo inolvidable.