Trujillo, Colón – Una jornada que comenzó como cualquier otra para los siete tripulantes del bote pesquero “Mi Flor” se convirtió en una prueba de supervivencia en las turbulentas aguas del mar Caribe. Este jueves, el destino del pequeño barco quedó en manos de las autoridades navales después de que su sistema de propulsión fallara mientras faenaban a 28 millas náuticas al noreste de la punta de Castilla, en el municipio de Trujillo.
La avería dejó al “Mi Flor” a la deriva, sus tripulantes vulnerables ante las impredecibles olas. A través de las ondas de radios marinas, el capitán del bote emitió una desesperada llamada de auxilio. La Base Naval de Castilla, respondiendo con prontitud, activó los protocolos de alerta para búsqueda, salvamento y rescate.
En cuestión de minutos, las patrullas de guardacostas navales se lanzaron al mar, dirigidas por la posición inicial reportada. La búsqueda fue intensa, la angustia palpable entre los rescatistas y los pescadores varados. Finalmente, después de una operación minuciosa, las patrullas lograron localizar el “Mi Flor” a unas 26 millas náuticas al noroeste de Puerto Castilla y a 10 millas náuticas al norte de la costa del municipio de Santa Rosa de Aguán.
El alivio fue inmenso al divisar la silueta del bote contra el horizonte. La tripulación, exhausta pero agradecida, fue rescatada y trasladada a salvo a la Base Naval de Castilla. El bote pesquero, símbolo de su sustento diario, fue remolcado con cuidado hasta la costa.
Una vez en tierra firme, los pescadores fueron evaluados por personal médico. Afortunadamente, todos se encontraban en buen estado de salud, un testimonio de su resistencia y del rápido y eficaz accionar de los equipos de rescate navales.
Este incidente pone de relieve no solo los riesgos inherentes a la pesca en aguas abiertas, sino también la vital importancia de las comunicaciones marinas y la capacidad de respuesta de las fuerzas navales. En esta ocasión, la pericia y determinación de los guardacostas aseguraron un final feliz para los tripulantes del “Mi Flor”, quienes podrán regresar a sus hogares, sanos y salvos, con una historia de valentía y rescate para contar.