Olanchito, Yoro – En el corazón del Bosque Muy Seco Tropical del Alto Aguán, en el municipio de Olanchito, habita una joya alada cuya diminuta presencia podría pasar desapercibida, pero que brilla con una belleza singular: el Colibrí Esmeralda Hondureño.
Esta ave endémica de entre 9 y 10 centimetros con su pico largo y ligeramenre encorvado y con sus vibrantes colores esmeralda, verde, amarillo y azul, encuentra su alimento en la planta conocida como Pie de Niño, cuyas flores, parecidas a pequeños pies infantiles, proveen el néctar necesario para su subsistencia.
El Colibrí Esmeralda ha encontrado su refugio en este bosque seco, donde las temperaturas pueden superar los 40 grados centígrados, creando un hábitat ideal para su existencia.
Sin embargo, este paraíso natural está bajo amenaza. La expansión agrícola y residencial, junto con la creciente compra de tierras para la instalación de plantas solares, podría muy pronto despojar al Colibrí Esmeralda de su hogar.
Esta ave, que una vez voló libremente entre las flores del Bosque Muy Seco Tropical, enfrenta un futuro incierto. Su delicada belleza y su papel crucial en el ecosistema como polinizador nos recuerdan la urgente necesidad de preservar su hábitat.
Sin medidas de conservación efectivas, el Colibrí Esmeralda Hondureño podría convertirse en un recuerdo de un tiempo en que la naturaleza y el desarrollo humano coexistían en armonía.