Yorito, Yoro – El tiempo pasa y la situación solo parece empeorar. Los años de abandono han dejado atrás las promesas vacías y los estribillos políticos de “Xiomara sí cumple” y “vida mejor”, que ahora suenan huecos frente a la realidad de la infraestructura en Yoro.
Esta región, que debería ser un reflejo del progreso prometido, sufre cada día los estragos de la falta de atención y mantenimiento.
Un ejemplo evidente es la famosa carretera central, una vía que los políticos mencionan con orgullo en sus discursos, pero que en la práctica está en un estado deplorable.
Cada vez que cae la lluvia, las quebradas cercanas aumentan su caudal y cortan la comunicación entre los municipios, dejando a sus habitantes atrapados. Hoy, la quebrada Jalapa creció nuevamente, incomunicando a las comunidades de Yorito y Sulaco.
A lo largo de la carretera, se pueden observar autobuses repletos de pasajeros y vehículos estacionados, esperando pacientemente a que baje la tempestad para poder cruzar.
Así es como se vive el invierno en estos lugares, mientras los políticos, desde la comodidad de sus prados o helicópteros, siguen prometiendo que un día pavimentarán la carretera.
Sin embargo, para los yoreños, esta es la cruda realidad que enfrentan diariamente, una realidad que sigue ignorada y desatendida.