Olanchito, Yoro – El alcalde Juan Carlos Molina ha iniciado su cuarto año de gestión municipal con una sólida imagen ante la ciudadanía, según recientes encuestas que lo posicionan como una figura de progreso y desarrollo para Olanchito. A pesar de gobernar en oposición al Gobierno Central, un gran sector de la población considera su labor como aceptable y efectiva.
Uno de los logros más visibles de su administración ha sido la construcción de la represa de Pimienta y su nueva línea de conducción, una obra valorada en aproximadamente 15 millones de lempiras. Este proyecto representa uno de los avances más importantes en materia de agua potable en las últimas tres décadas para la ciudad.
Además, bajo su mandato, el municipio ha fortalecido el Departamento de Ingeniería Municipal mediante la adquisición de maquinaria propia. Actualmente, Olanchito cuenta con tres patroles, dos retroexcavadoras (una grande y una pequeña) y una motoniveladora, lo que ha permitido eliminar el pago de 30 millones de lempiras anuales en alquiler de equipo.
Otra medida destacada ha sido la eliminación del pago de contrapartidas por parte de las comunidades rurales para la reparación de sus calles. Anteriormente, las aldeas de la zona montañosa debían desembolsar hasta 100 mil lempiras para obtener estos servicios, lo que representaba una gran carga para los pobladores.
En términos de gestión, el acercamiento del alcalde Molina con organizaciones como USAID y el Comando Sur de EE. UU. ha sido clave para atraer apoyo al municipio. Entre los proyectos ejecutados gracias a estas alianzas se encuentran la construcción de un kínder en la ciudad y una clínica odontológica. Además, USAID está a punto de iniciar una remodelación total a las oficinas de Tributación y Tesorería, además de la donación de un vehículo para el municipioa esto se agrega el apoyo para transparentar todos los procesos administrativos de la Alcaldía y hoy por hoy Olanchito es uno de los 5 municipios en utilizar metodologías sugeridas por el propio Tribunal Superior de Cuentas y la Ley MARCI.
En materia de infraestructura, la alcaldía ha trabajado en la construcción de sistemas de alcantarillado en barrios como Las Jaguas Arriba, Miraflores, San Luis y la 15, además de la pavimentación de calles tanto en la ciudad como en varias comunidades rurales. Asimismo, se construyó un puente en la aldea de San Dimas con una inversión de medio millón de lempiras y un tanque de agua en El Nance entre otros aportes en materia de agua en otras comunidades.
El sector deportivo también ha sido beneficiado con mejoras en el Estadio Municipal San Jorge y la iluminación de varias canchas de fútbol en Tepusteca, El Ocote, Las Jaguares, Maloa, La 4, San Francisco y dos en Tepusteca, lo que ha permitido fortalecer el desarrollo del deporte local.
Uno de los pasos históricos de su gestión ha sido la reapertura de la carretera de La Culebra, la cual conecta Olanchito con la ciudad de La Ceiba. Esta vía, con más de 49 años en el abandono, fue la primera conexión terrestre entre Olanchito y el litoral Atlántico, por lo que su rehabilitación ha despertado un fuerte sentimiento nostálgico en la población.
En su más reciente comparecencia, el alcalde Molina reafirmó su compromiso de continuar con el mismo ritmo de trabajo en su último año de gestión. “Se nos pidió trabajar por el pueblo y eso hemos hecho. No vamos a parar este último año; seguiremos con el mismo ritmo o aún más para dejar una huella en este municipio”, declaró.
Entre los proyectos previstos para el 2025, el edil anunció la construcción de una cosechadora de agua, la mejora del crematorio municipal para convertirlo en un espacio más amigable con el medioambiente, la rehabilitación de las lagunas de oxidación, la instalación de semaforos en otros puntos de la ciudad y así como la continuación de las obras de pavimentación en diferentes sectores de la ciudad.
Los ciudadanos han expresado su reconocimiento al esfuerzo de la administración municipal, destacando la transparencia en el manejo de fondos y la ejecución de obras tangibles que benefician a la población.
Sin embargo, algunos sectores han señalado desafíos pendientes, como la necesidad de reparar el bulevar Edy Acosta, cuya reparación total con asfalto mismo material con que fue construido ronda los 5 millones de lempiras segun cotizaciones realizadas por el municipio.
Pese a las dificultades, Molina ha logrado posicionarse como una de las figuras políticas más relevantes del municipio, consolidando una gestión enfocada en el desarrollo y la modernización de Olanchito.
A medida que avanza su último año de gobierno, el reto será mantener el ritmo de trabajo y cumplir con las expectativas de una población que demanda soluciones a sus necesidades más urgentes.
El 2025 será clave para evaluar si los logros alcanzados hasta ahora se traducen en una consolidación política para Molina o si surgen nuevos desafíos que puedan cambiar el panorama electoral del municipio.