Kevin Rodríguez, experto en energía de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), ha levantado serias preocupaciones sobre la falta de transparencia y errores en los contratos de energía gestionados por la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE). Según Rodríguez, la entrega y discusión de adendas y contratos originales a la Comisión de Energía y a las bancadas del Congreso Nacional ha estado plagada de irregularidades, incluyendo la omisión de firmas y sellos necesarios.
Desde 2023, la ENEE ha restringido el acceso a la información solicitada sobre adendas y contratos, argumentando que dicha información solo podría ser divulgada tras la aprobación del Congreso. Esto llevó a la ASJ a obtener los documentos directamente de las empresas involucradas para realizar un análisis independiente. “Las empresas han mostrado disposición para compartir las modificaciones, lo que nos permitió realizar un análisis más completo y transparente”, explicó Rodríguez.
Uno de los hallazgos más alarmantes fue que el documento entregado por la ENEE carecía de las firmas y sellos oficiales de las empresas generadoras. “La ENEE envió un documento sin firma ni sello, y eso es lo que pretendía aprobar”, afirmó Rodríguez, señalando la gravedad de que documentos incompletos se conviertan en ley una vez aprobados y publicados.
El experto también señaló varias inconsistencias en la redacción y en las fórmulas de los documentos presentados, lo que podría llevar a la aprobación de contratos erróneos, un acto que catalogó de potencial fraude. “La Comisión de Energía confió ciegamente en la ENEE, pero ya se comprobó que los documentos no eran los originales”, indicó.
En 2020, el Congreso Nacional había extendido el plazo de tres contratos térmicos por 12 años, una decisión que fue calificada de ilegal por los diputados Hugo Noé Pino y Luis Redondo en aquel momento. Sin embargo, esos contratos están incluidos en los 18 presentados recientemente por la ENEE sin menciones de su anterior ilegalidad.
Rodríguez concluyó enfatizando la importancia de una revisión minuciosa de estos contratos, subrayando la necesidad de asegurar que realmente beneficien las finanzas de la ENEE y la tarifa final de los usuarios. “Es preocupante que lo que antes se consideraba malo ahora se esté presentando como bueno”, subrayó, llamando a una mayor vigilancia y responsabilidad en la gestión de contratos energéticos en el país.