Olanchito, Yoro – Los apagones siguen marcando el ritmo de vida —y desvelo— de los habitantes de Olanchito, donde los racionamientos eléctricos no solo se han vuelto más frecuentes, sino también más inoportunos, afectando directamente el descanso y las actividades nocturnas de la población.
En las últimas semanas, la duración de los cortes de energía ha llegado hasta las 4 horas diarias, especialmente en la franja horaria de la medianoche, provocando una ola de quejas, incomodidad y frustración entre los comejamos.
“Racionamientos de energía a la medianoche, esta gente es ingrata. En lugar de hacerlo antes, uno ya no puede dormir sin el abanico”, se lee en una de las tantas publicaciones que han inundado las redes sociales locales, reflejando el malestar general.
Los comentarios van desde el humor negro hasta la indignación colectiva, pero todos coinciden en una cosa: el anunciado alivio con el nuevo transformador prometido para Coyoles no ha llegado.
“Desde que vino el famoso transformador, esto ha empeorado. Ya no se les cree nada”, expresó un vecino de la colonia San Luis, en referencia a la maquinaria anunciada con bombos y platillos por autoridades gubernamentales.
Y es que, si bien la llegada del transformador fue presentada como una solución estructural a los problemas de sobrecarga en la subestación de Coyoles, su instalación depende aún de la contratación de una empresa que construya el plantel eléctrico necesario para su operación, proceso que, según fuentes del sector, aún no tiene fecha definida.
Mientras tanto, la ciudadanía se enfrenta a una realidad de apagones diarios, aparatos dañados y noches de calor insoportable sin ventilación, en medio de una ola de calor que eleva aún más el malestar.
La esperanza —aunque triste y resignada— parece estar puesta ahora en la llegada del invierno. “Tocará esperar que llueva para que esto se calme, porque de parte de la ENEE solo promesas hemos recibido”, expresó un comerciante local.
