CA-13: bacheo con tierra, el triste remedio en la carretera olvidada entre Colón y Atlántida

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Colón. — “Peor es nada”, dicen resignados los conductores que a diario transitan la CA-13 entre Colón y Atlántida, donde el asfalto ya es un recuerdo y los baches son protagonistas.

La vía, que alguna vez conectaba en hora y media La Ceiba con el Valle del Aguán, hoy convierte el mismo recorrido en un martirio de hasta tres horas, siempre y cuando el vehículo no quede averiado en el intento.

El inicio de la Semana Morazánica no pudo llegar en peor momento para el litoral atlántico: carreteras destruidas y bañistas que, de querer disfrutar de las playas, tendrían que venir en helicópteros, los mismos que —según denuncian pobladores— suelen usarse para los gustos personales y familiares de las autoridades.

En algunos tramos, cuadrillas improvisadas realizan bacheo con tierra. Sí, con tierra, porque el asfalto prácticamente desapareció en sectores completos. Y aunque el método parece sacado de un manual de “soluciones exprés”, para muchos es preferible a dejar que los carros se traguen en los cráteres que adornan la carretera.

Ante la inoperancia estatal, los pobladores de Zamora y Guapinol tomaron la iniciativa. Armados con palas, piochas y buena voluntad, taxistas, comerciantes y organizaciones comunitarias comenzaron a tapar más de 70 agujeros en el tramo de Tocoa a Zamora.

Una escena que mezcla civismo con sátira: ciudadanos haciendo el trabajo que debería estar garantizado por el Estado.

Mientras tanto, la toma de carretera que se había programado para esta semana, como medida de presión para exigir la reparación del tramo, fue pospuesta para la próxima. La paciencia aún no se agota, pero los baches sí se multiplican.

Y así, la CA-13, que debería ser arteria del desarrollo agroindustrial y turístico, luce más como campo de pruebas de resistencia vehicular, donde cada viaje es una carrera de obstáculos… patrocinada por el olvido gubernamental.