La Ola Verde de la Democracia Cristiana recorrió la calle del comercio en la populosa colonia Kennedy, donde el candidato presidencial Mario “Chano” Rivera escuchó de cerca las voces del pueblo hondureño.
Entre saludos, abrazos y peticiones francas, muchos expresaron su hartazgo ante la corrupción que invade al país. “Aquí se roan todo y los de siempre no resuelven nada”, le dijo un locatario. La población exigió oportunidades reales y un gobierno con manos limpias, convencida de que la Democracia Cristiana representa una opción diferente y decente.
Rivera, acompañado por sus candidatos a diputados y el aspirante a la alcaldía del Distrito Central, Ever Velásquez, dialogó con comerciantes y vecinos que piden empleo, seguridad y atención urgente a los barrios abandonados. “Los jóvenes se gradúan y no encuentran trabajo, por eso proponemos activar la economía desde los mercados, desde los emprendimientos y con apoyo real a la gente que se faja todos los días”, expresó Rivera mientras recorría los puestos con su característico estilo cercano.
El presidenciable fue enfático: “Nosotros no venimos a prometer lo que no vamos a cumplir. Con la escoba verde vamos a barrer la corrupción que nos dejaron los partidos tradicionales y que el actual gobierno ha perfeccionado. La Democracia Cristiana es diferente: no tenemos vínculos con estructuras criminales, ni protegemos ladrones. Tenemos las manos decentes y el corazón puesto en Honduras”.
La candidata a diputada por el Distrito Central, Ceydi Castañeda, también se dirigió al electorado con firmeza: “El pueblo está cansado de votar por los mismos colores. Nosotros somos una nueva generación sin compromisos oscuros. Voten por los 23 diputados de la Democracia Cristiana; estamos aquí por convicción, no por conveniencia, y venimos a servir, no a robar”. La Ola Verde sigue llevando un mensaje claro: el cambio se construye en la calle, de la mano del pueblo.
Y desde esa misma calle, la Democracia Cristiana lanza un mensaje directo: no vamos a permitir que se robe la democracia ni que se manipule la voluntad del pueblo. Rechazamos cualquier intento de sabotear las elecciones generales. Vamos a defender el derecho de los hondureños a elegir en libertad, con dignidad y sin trampas. Honduras merece urnas abiertas, no puertas cerradas al cambio.
