Olanchito, Yoro – Cinco días han transcurrido desde el tiroteo perpetrado en horas de la madrugada del pasado sábado contra la vivienda del alcalde de Olanchito, sin que las autoridades policiales hayan identificado plenamente al responsable de este atentado.
El hecho, ocurrido mientras el edil dormía, ha generado preocupación en la población y ha levantado sospechas de que podría tratarse de un acto de amenaza o amedrentamiento político, ante la ausencia de resultados contundentes por parte de los cuerpos de investigación.
Fuentes cercanas a la pesquisa aseguran que ya se habría logrado identificar el medio de transporte utilizado por el atacante y la dirección que tomó tras efectuar las detonaciones, sin que hasta el momento se haya informado sobre capturas o allanamientos relacionados con el caso.
Consultado por este medio, un criminólogo explicó que en casos de atentados de alto perfil, las primeras 72 horas son cruciales para obtener evidencias determinantes.
“Cuando se trata de ataques contra figuras públicas, la investigación debe priorizar la preservación inmediata de la escena, el levantamiento de cápsulas y restos balísticos, la revisión de cámaras de seguridad en un radio de al menos 5 kilómetros, y la elaboración de un perfil criminal que incluya el posible móvil y vínculos políticos o personales del objetivo.
Si no se ejecuta con rapidez y coordinación interinstitucional, las probabilidades de impunidad aumentan significativamente”, afirmó.
El especialista también subrayó la importancia de manejar con discreción las líneas de investigación para no alertar a los responsables y facilitar su captura.
En redes sociales, las reacciones no se han hecho esperar. Decenas de ciudadanos expresaron indignación por la lentitud con la que avanza la investigación, considerando que, al ser un caso mediático y con una víctima de alto perfil, debería contar con prioridad absoluta.
“Qué podemos esperar los ciudadanos de a pie si esto es con el alcalde, no digamos con uno. Es lamentable los niveles de inseguridad que se están viviendo en Honduras”, expresó un vecino que pidió no ser identificado por temor a represalias.
