Olanchito, Yoro – Eran las cinco de la mañana, cuando el resonar de las sirenas despertó a los vecinos de Olanchito. En la fría alborada de este 1 de noviembre, los vehículos del Cuerpo de Bomberos iniciaron su tradicional recorrido, un acto que, año tras año, anuncia con orgullo la celebración del Día del Bombero Hondureño.
A lo largo de las calles, los pocos ciudadanos que ya transitaban por las calles observaban con respeto y admiración el paso de estos héroes, recordando la valentía que los caracteriza.
Con cada giro de las sirenas, parecía como si la ciudad entera reviviera los momentos de peligro y emergencia en los que estos hombres y mujeres han sido protagonistas.
En incendios, inundaciones y rescates, los bomberos de Olanchito han enfrentado las situaciones más adversas, siempre dispuestos a arriesgar sus vidas por el bienestar de los demás.
Esta alborada, entonces, es un acto de celebración, es tambien un homenaje a su incansable compromiso.
Para muchos habitantes de Olanchito, el sonido de las sirenas evoca historias de esperanza y rescate. Algunos recuerdan cómo los bomberos llegaron para apagar un incendio que amenazaba su hogar; otros, el auxilio en medio de una inundación.
Son momentos de solidaridad que quedan marcados en la memoria de la ciudad, y que hacen que cada 1 de noviembre sea una fecha especial para quienes conocen de cerca el sacrificio de estos servidores públicos.
La celebración de hoy es una tradición, es un recordatorio de la noble misión del Cuerpo de Bomberos. Hoy, mientras las sirenas dejan su eco en las calles de Olanchito, la ciudadanía reconoce y celebra la labor de quienes se entregan sin reservas al rescate, la protección y la salvaguarda de vidas, honrando el valor de aquellos que siempre están en primera línea cuando la emergencia llama.
Felicidades Bomberos de Honduras…