Este fin de semana se informó del cierre abrupto de una reconocida empresa de transporte en la Gran Terminal de San Pedro Sula, lo que ha generado preocupación entre la comunidad y los trabajadores de la zona.
La empresa, que operaba en el corredor atlántico desde San Pedro Sula hasta Trujillo, ha tomado la decisión de cesar sus actividades, dejando a numerosos empleados en una situación de incertidumbre laboral.
Esta determinación se produce en un contexto marcado por el aumento de la inseguridad y las amenazas de extorsión, factores que han impactado adversamente en las operaciones comerciales y la seguridad de los empleados.
Los trabajadores han expresado su inquietud por el futuro de sus empleos y han solicitado la intervención de las autoridades para abordar la situación.
El cierre repentino de esta empresa de transporte no solo afecta a los empleados directos, sino también a las comunidades que dependen de sus servicios para desplazarse y llevar a cabo actividades comerciales.
Dado que el corredor atlántico es una ruta vital para la economía local, su interrupción podría acarrear consecuencias significativas para la región en términos de movilidad y actividad económica.