Tegucigalpa, Honduras – La tensión entre el gobierno y el gremio periodístico sigue en aumento. El Colegio de Periodistas de Honduras (CPH) ha levantado la voz ante lo que considera una preocupante escalada de ataques contra la libertad de expresión en el país.

A través de un comunicado oficial, la organización denunció la creciente judicialización, intimidación y amenazas contra periodistas y medios de comunicación, lo que ha generado alarma en diversos sectores de la sociedad.
Las acciones denunciadas incluyen querellas y persecuciones judiciales contra reconocidos medios como Hondudiario, El Heraldo, Radio Cadena Voces, El Espectador HN y CHTV, así como casos específicos como la acusación contra el veterano periodista Arístides Aceituno por supuesta difamación con publicidad.
Además, se señala el caso de Carlos Panameño y el reciente hackeo al periódico digital Noticias 24/7, un ataque que, según el CPH, representa una grave vulneración al derecho ciudadano a estar informado.
“El uso de mecanismos legales para intimidar y silenciar a la prensa es una amenaza directa contra la democracia y la transparencia”, advierte el comunicado del CPH, que exige el cese inmediato de estas acciones y un respeto irrestricto a la libertad de prensa, conforme a lo establecido en la Constitución y los tratados internacionales ratificados por Honduras.
La situación ha puesto en el centro del debate el papel de las instituciones encargadas de garantizar los derechos fundamentales. El CPH ha hecho un llamado a la Policía Nacional, el Ministerio Público y las Fuerzas Armadas a respetar la labor periodística y evitar cualquier acto de intimidación. “La represión contra los comunicadores solo debilita la democracia y fomenta la impunidad”, enfatiza el pronunciamiento.
Mientras el gremio periodístico cierra filas en defensa de su labor, la incertidumbre crece entre los profesionales de la comunicación, quienes advierten que la libertad de expresión enfrenta uno de sus momentos más críticos en Honduras.