Olanchito, Yoro – Los recientes suicidios en el Centro Penal de Olanchito han encendido las alarmas, tanto entre las autoridades penitenciarias como en la comunidad médica.
En menos de un año, tres internos se han quitado la vida en circunstancias que reflejan una profunda crisis emocional y mental dentro de este recinto carcelario. Para entender las raíces de este fenómeno, es crucial abordar el problema desde una perspectiva psiquiátrica.
Según el Dr. Ricardo Herrera, especialista en psiquiatría con experiencia en el tratamiento de trastornos mentales en entornos penitenciarios en entrevista exclusiva para El Comejamo, el incremento de suicidios en el Centro Penal de Olanchito puede estar vinculado a varios factores interrelacionados.
“El ambiente carcelario, de por sí, es un entorno de alta presión psicológica. La falta de apoyo emocional, el aislamiento, y las condiciones de hacinamiento son factores que pueden desencadenar trastornos mentales graves, como la depresión y la ansiedad severa, que a menudo no son detectados ni tratados a tiempo”, explica el Dr. Herrera.
El especialista también destaca que, en muchos casos, los internos que optan por quitarse la vida ya padecían de trastornos psicológicos antes de su encarcelamiento, pero la falta de un diagnóstico adecuado y el acceso limitado a atención médica en el penal agravan su condición.
“El sistema penitenciario en Honduras, y en particular en Olanchito, carece de los recursos necesarios para brindar un tratamiento integral de salud mental. Esto incluye no solo el diagnóstico y tratamiento de enfermedades mentales, sino también programas de prevención y apoyo psicológico que podrían salvar vidas”, añade.
El Dr. Herrera señala que, además de los problemas estructurales del sistema penitenciario, la estigmatización de los problemas de salud mental dentro de la prisión agrava la situación. “Muchos internos evitan buscar ayuda por miedo a ser vistos como débiles o ser objeto de burlas o maltratos, lo que los lleva a enfrentar solos sus problemas emocionales hasta que alcanzan un punto crítico”, comenta.
La tasa creciente de suicidios en el Centro Penal de Olanchito es un claro indicativo de la necesidad urgente de reformas en la atención de salud mental en las cárceles. Se requiere la implementación de programas de intervención temprana, capacitación del personal penitenciario en el manejo de crisis emocionales y el establecimiento de redes de apoyo psicológico para los internos. Sin estas medidas, la tendencia podría continuar, cobrando más vidas.