Quebrada de Arena, Colón – La tensión en el Bajo Aguán alcanzó nuevos niveles este lunes, con un enfrentamiento armado entre pobladores de Quebrada de Arena y campesinos de la Plataforma Agraria en un intento por recuperar la finca Tranvía.
Este conflicto, que ha mantenido a la región en constante zozobra, generó nuevamente el bloqueo de la carretera CA-13, dejando incomunicado el paso hacia Trujillo, Colón.
El gobierno de la presidenta Xiomara Castro, señalado por algunos sectores de haber alentado estas tomas de tierras, no ha emitido declaraciones al respecto. Este silencio preocupa a defensores de derechos humanos y líderes de la Iglesia, quienes advierten sobre el riesgo de un derramamiento de sangre en una zona donde la presencia de armas es notoria.
Según informes locales, los pobladores intentaron desalojar a los campesinos que ocupan la finca desde hace dos años. El enfrentamiento incluyó disparos y el cierre total de la carretera, afectando la movilidad de cientos de ciudadanos y el comercio de la región.
Analistas cuestionan la falta de intervención por parte del gobierno central, que hasta ahora ha evitado tomar acciones concretas para resolver el conflicto. “La situación en el Bajo Aguán no es nueva, pero la inacción gubernamental solo contribuye a prolongar una crisis que afecta tanto a la seguridad como al desarrollo económico de la región”, señaló un experto en temas agrarios.
Por su parte, organizaciones de derechos humanos han reiterado la necesidad de buscar soluciones pacíficas al conflicto, señalando que la falta de respuesta del Gobierno y las fuerzas de seguridad podría derivar en un agravamiento de la violencia.
Mientras tanto, la aldea de Quebrada de Arena y los campesinos de la Plataforma Agraria permanecen en un peligroso enfrentamiento que relata las profundas divisiones y desigualdades en la tenencia de tierras en esta regionbde Honduras.
La pregunta sigue siendo la misma: ¿cuándo actuará el gobierno para evitar una tragedia mayor?
