De una carpa en la calle a una heladería artesanal: La historia de perseverancia de Ariany Montiel en Olanchito

Economía

Olanchito, Yoro – En el cálido y a veces agobiante calor de Olanchito, la historia de Ariany Montiel se convierte en un ejemplo de lucha, perseverancia y éxito. Lo que comenzó como un pequeño emprendimiento de vender frutas en vasos en la calle, hoy está a punto de convertirse en una moderna heladería que abrirá sus puertas en la Plaza Bamboo, un lugar que promete traer frescura y sabor a la ciudad.

Ariany, una joven emprendedora que en 2022 se graduó como Licenciada en Enfermería de la UNAH CURLA, decidió dar un giro a su vida profesional. Tras su graduación, comenzó a realizar trabajos de enfermería a domicilio, pero fue al observar a dos jóvenes vendiendo mangadas en las calles de La Ceiba cuando se encendió la chispa que marcaría un antes y un después en su vida.

“Ver cómo su emprendimiento era tan bien aceptado, con tantos clientes felices, me motivó a seguir un camino similar en Olanchito”, confiesa Ariany, recordando ese momento como el inicio de su sueño.

La necesidad de ofrecer algo refrescante en un lugar tan caluroso como Olanchito impulsó la idea de crear una heladería. “Muchos clientes llegaban a nuestra carpa pidiendo jugos, cocteles, algo helado para refrescarse. Fue entonces cuando vi una oportunidad para ofrecer algo más, un producto que no solo llenara una necesidad, sino que fuera de calidad y refrescante”, relata Ariany, con una sonrisa de satisfacción por todo lo que ha logrado.

Sin embargo, no todo fue fácil en el camino hacia su sueño. Tras hacer un acuerdo con el dueño de un local, se encontró con un obstáculo cuando su oferta fue rechazada en favor de otro cliente. Y para colmo, tuvo que someterse a una cirugía programada que retrasó aún más sus planes.

Sin embargo, ni los contratiempos ni los obstáculos pudieron detenerla. Fue en ese momento cuando, a pesar de las adversidades, decidió no rendirse y seguir adelante con su sueño.

“Vender frutas me abrió la mente a querer algo mejor. Quería ofrecer algo de calidad, un espacio agradable donde los clientes pudieran disfrutar. Así que busqué la mejor plaza de Olanchito y encontré Plaza Bamboo, un lugar ideal para mi heladería”, cuenta Ariany. Tras ocho meses de arduo trabajo, sacrificios y mucha dedicación, su emprendimiento finalmente está listo para abrir sus puertas al público.

Lo que distingue a la Heladería Artesanal Ari es su enfoque en la calidad y lo natural. Con productos 100% naturales, hechos en casa a base de frutas frescas, Ariany promete ofrecer gelatos y paletas con sabores como fresa, mango, chocolate y vainilla.

Además, ofrecerá mangadas, jugos naturales y comida rápida como alitas, birria ramen y papas rellenas. “Queremos que cada cliente que entre se lleve una experiencia única, refrescante y saludable”, dice con orgullo.

Sin embargo, como todo emprendedor sabe, el camino hacia el éxito no está exento de desafíos. “Emprender en nuestro país no es fácil. Los costos de los permisos para operación son elevados y hay muchos protocolos que cumplir. Eso puede desanimar a cualquiera”, explica Ariany.

Pero su consejo es claro: “Si Dios puso la idea en tu mente, es porque sabe que puedes lograrlo. La clave es ser constante, perseverante y nunca rendirse”.

Ariany tiene grandes planes para el futuro. “Mi proyección es expandir la heladería a muchas partes del país. Quiero que más personas puedan disfrutar de nuestros productos naturales y saludables”, concluye con una mirada decidida.

La historia de Ariany Montiel es una inspiración para todos aquellos que sueñan con emprender, demostrar que, con perseverancia y pasión, todo es posible.