La creciente ola de casos de dengue en Olanchito no solo es alarmante, sino también un trágico recordatorio de la negligencia que afecta a nuestra comunidad. Las cifras son desoladoras: la falta de carros y equipos de fumigación, la ausencia de personal para campañas preventivas, y la pérdida de vidas humanas, son testimonios de un sistema de salud desbordado.
Es inaceptable que Olanchito, enfrentando una amenaza tan seria como el dengue, carezca de recursos básicos para combatir la propagación de la enfermedad. La realidad es desgarradora, con cientos de casos registrados en barrios, colonias y aldeas, y lamentablemente, ya se ha reportado la pérdida de una vida. Es evidente que la situación demanda atención inmediata y medidas efectivas.
El gobierno central no puede eludir su responsabilidad en esta crisis. La falta de inversión en la prevención del dengue ha dejado a la población vulnerable y desprotegida. La ausencia de carros y equipos de fumigación, así como la escasez de personal para campañas educativas y de control, son resultado directo de la inacción gubernamental.
Es fundamental que el gobierno cumpla con su deber de proteger la salud de la población. La inversión en recursos para combatir el dengue es una necesidad urgente. Esto incluye la adquisición de carros y equipos de fumigación, la contratación de personal capacitado y la implementación de campañas masivas de prevención.
El llamado a la acción no puede ser más urgente. El Municipio de Olanchito está sufriendo, y cada día que pasa sin medidas efectivas es un día en el que la crisis empeora. Exigimos al gobierno central que asuma su responsabilidad, invierta en la prevención del dengue y proteja la salud de nuestra población. La inacción ya ha cobrado un precio demasiado alto; es hora de actuar antes de que más vidas se pierdan ante esta creciente amenaza.