Olanchito, Yoro – En los pasillos del Hospital de Olanchito, un aire de incertidumbre y descontento se cierne tras el reciente despido masivo de empleados de la salud, afiliados a los sindicatos SITRAMEDHYS y SITRASAH. Este evento, ejecutado por el Gobierno Central la semana anterior, ha sido calificado como “un duro golpe al sindicalismo y un mal precedente para los gremios de la región”.
El despido masivo ha dejado a muchos trabajadores sin empleo, generando una ola de preocupación entre los empleados de otros hospitales y centros de salud del país. “Aquí le están tomando el termómetro a la dirigencia y, con la falta de acciones, vendrán más despidos en otros hospitales y centros de salud del país”, destacó un exgremialista, reflejando la creciente inquietud entre los trabajadores de la salud.
La inacción del sindicato en respuesta a estos despidos ha puesto en entredicho la eficacia y el compromiso de quienes en su momento juraron defender los derechos de sus afiliados. Muchos se sienten abandonados y traicionados, cuestionando las estrategias y decisiones de sus líderes sindicales. “No sé qué estrategias estarán jugando a lo interno del sindicato, pero no es la apropiada. Por mucho que quieran decir que la jugada es legal, debieron hacer la lucha”, enfatizó un afectado.
Este clima de descontento se ve agravado por la percepción de que los sindicatos han fallado en su deber de proteger a sus miembros. En las conversaciones cotidianas, en las reuniones informales, el tema del despido masivo domina las discusiones, con un sentimiento de desilusión palpable entre los trabajadores de la salud.
Alba Luz Mendoza aseguró que el tema está siendo analizado por la parte legal del Sindicato a nivel central y que serán ellos los que determinaran las acciones a seguir.
El impacto de esta acción no se limita solo a Olanchito. En los pasillos de otros hospitales y centros de salud del país, el temor de que esta medida pueda repetirse está generando un ambiente de tensión y ansiedad. La decisión del Gobierno Central ha enviado un mensaje claro, y la falta de una respuesta contundente por parte de los sindicatos ha dejado a muchos trabajadores sintiéndose vulnerables y desprotegidos.
En un entorno donde el sindicalismo ha sido históricamente una herramienta clave para la defensa de los derechos laborales, este hecho marca un momento crucial. Los gremios de la región observan con atención, conscientes de que lo que sucede en Olanchito podría ser un indicativo de lo que está por venir en otras partes del país.