EE.UU. y Honduras refuerzan lazos con acuerdos en migración, seguridad y megaproyectos

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Una visita corta, pero cargada de simbolismo y decisiones estratégicas. Así fue el paso esta tarde de la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, por Tegucigalpa, donde sostuvo una reunión privada con la presidenta Xiomara Castro, en la que se abordaron temas de alto interés bilateral como acuerdos migratorios, seguridad fronteriza, el futuro del TPS y el proyecto del Ferrocarril Interoceánico.

La mandataria hondureña aprovechó la oportunidad para abogar directamente por una extensión del Estatus de Protección Temporal (TPS) para miles de hondureños radicados en Estados Unidos, el cual vence el próximo 5 de julio, y cuya renovación aún no ha sido confirmada oficialmente por la administración del expresidente Donald Trump, actualmente en campaña.

Según detalló el canciller Efraín “Bú” Soto, en la reunión se reafirmó la importancia de proteger a los migrantes, fortalecer la seguridad fronteriza mediante cooperación biométrica, y avanzar en nuevas pruebas para solicitantes de refugio. Asimismo, se firmó una carta de intención en la que ambos gobiernos se comprometen a continuar profundizando su agenda común basada en la seguridad, el desarrollo sostenible y la corresponsabilidad migratoria.

Uno de los puntos centrales del encuentro fue el proyecto del Ferrocarril Interoceánico, que pretende conectar las costas del Atlántico y el Pacífico como una vía logística alternativa al Canal de Panamá. Según explicó el secretario privado de la Presidencia, Héctor Manuel Zelaya, Honduras ha dejado claro que este proyecto se concibe y ejecutará con el respaldo del “principal aliado comercial y cultural del país: Estados Unidos”.

La administración Castro considera el ferrocarril un proyecto insignia de desarrollo e integración regional, y ahora espera que una delegación encabezada por Héctor Zelaya viaje próximamente a Washington para exponer formalmente los detalles técnicos, financieros y geoestratégicos de la ambiciosa obra.

“Es algo de gran interés para Estados Unidos y buscamos colaboración directa. Este proyecto no es solo hondureño, sino regional y hemisférico”, enfatizó Bú Soto.

La secretaria Kristi Noem, que también visitará Panamá, Costa Rica y Guatemala, dejó en claro que Honduras es vista como una “nación amiga” y la presidenta Castro como “una aliada clave en temas de seguridad y estabilidad regional”.

Entre los temas abordados también figuró la lucha contra el narcotráfico, la coordinación en materia aduanera y el fortalecimiento institucional para enfrentar las causas estructurales de la migración.

La delegación estadounidense incluyó altos funcionarios como Corey Lewandowski, Colleen Hoey, Steven Muñoz, Joe Guy y James Percival, todos ligados al equipo de seguridad y relaciones exteriores de Noem. Por Honduras, acompañaron a la presidenta el canciller Bú Soto, el director de Migración Wilson Paz y el titular de Aduanas Fausto Cálix.

El encuentro marca un punto de inflexión en la relación bilateral, justo en momentos en que la región centroamericana atraviesa tensiones políticas, desafíos migratorios y presiones económicas. Aunque breve, la visita reforzó la narrativa de Honduras como un socio confiable de Estados Unidos, apostando por el diálogo diplomático y la colaboración mutua en lugar del aislamiento.

Si el TPS se extiende y el proyecto ferroviario logra concretarse con respaldo estadounidense, la administración Castro podría anotar dos puntos clave en su política exterior. Resta ver si estas promesas se traducen en acciones concretas en un año marcado por campañas, agendas geopolíticas y demandas crecientes de la sociedad hondureña.