El abigeato golpea con fuerza a Yoro: pérdidas superan el millón de lempiras en tres meses

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Yoro, Honduras – Una nueva amenaza acecha al campo hondureño, y no proviene de la sequía ni de enfermedades del hato. Se trata del abigeato, un delito silencioso pero devastador que en los últimos tres meses ha dejado estragos entre pequeños y medianos productores del departamento de Yoro.

Zonas tradicionalmente ganaderas como Morazán, El Negrito, Yoro y recientemente han sido escenario de robos sistemáticos de ganado que, según los productores, parecen más una operación organizada que simples actos aislados.

José Chacón, director ejecutivo de la Federación Nacional de Agricultores y Ganaderos de Honduras (FENAGH), advirtió sobre el impacto creciente de este flagelo: “En una sola noche, los ganaderos han llegado a perder entre 400 mil y 800 mil lempiras, dependiendo del número y calidad del ganado robado”. Una vaca encastada puede costar hasta 40,000 lempiras, y si es de alta producción, el valor supera los 80,000.

Más allá de las cifras, hay tragedias humanas: productores que en una noche perdieron las únicas cuatro o cinco vacas que representaban no solo su patrimonio, sino su esperanza de vida digna en el campo. “No es solo el ganado, es la vida misma lo que se llevan”, comentó uno de los afectados en la comunidad de Hong Kong, donde recientemente desaparecieron 45 animales.

Según datos de FENAGH, más de 150 cabezas de ganado fueron destazadas en el primer trimestre del año. Si se suma el último caso en Hong Kong, la cifra roza los 200 animales, una pérdida que no solo afecta a las familias directamente golpeadas, sino que también desestabiliza la cadena productiva de carne y leche en la región.

Ante esta situación, el Ministerio de Seguridad respondió con el despliegue de equipos policiales en las zonas más afectadas. Chacón reconoce que los resultados han comenzado a notarse: “En la última semana hemos recibido reportes positivos, el abigeato ha disminuido”, afirmó, aunque también advirtió que la respuesta no debe ser pasajera.

“La presencia policial debe ser permanente y especializada. Es hora de pensar en una policía rural enfocada exclusivamente en el combate al abigeato y la protección del sector agropecuario”, subrayó el dirigente gremial.