El Doloroso Adiós a Madre e Hijas Asesinadas

Locales

Jutiapa, Atlántida – Una tarde gris y llena de tristeza envolvió a la aldea de Piedras Amarillas, donde los cuerpos de Sandra Hernández y sus dos hijas fueron sepultados en el cementerio general de la comunidad. En un acto cargado de dolor y nostalgia, familiares y amigos de infancia se reunieron a las 12 del mediodía para darle el último adiós a las víctimas del triple femicidio ocurrido la noche del lunes en Brisas de Jaguaca, Olanchito.

En medio del dolor este dia Familiares de las víctimas aseguraron a los medios de comunicación que dos de las víctimas fueron voladas por los asesinos.

El pequeño cementerio se llenó de rostros conocidos, aquellos que habían visto crecer a Sandra y que ahora, entre llantos desgarradores, despedían no solo a una hija, sino también a dos inocentes nietas. Los padres de Sandra, con el corazón roto, permanecieron junto a las tumbas, incapaces de contener el torrente de lágrimas que reflejaba una mezcla de incredulidad y profundo pesar.

Sandra y su familia eran originarios del occidente del país, pero hacía 39 años que sus padres se habían establecido en esta tranquila comunidad del norte de Honduras, buscando una vida mejor. Ahi, en Piedras Amarillas, Sandra había crecido y formado amistades que hoy lloraban su partida junto a la de sus pequeñas hijas.

La vida de Sandra, junto a su pareja y sus hijas, parecía una historia común de lucha y esperanza en Brisas de Jaguaca, hasta que una noche fatídica les arrebató todo. Sin imaginar que sus vidas terminarían de manera tan horrenda, Sandra y sus hijas ahora descansan en la tierra que los vio convertirse en parte fundamental de la comunidad.