El reloj marca las 6 de la mañana en Olanchito, y en el corazón de la ciudad, el Cura Parroco anuncia solemnemente el inicio del Santo Viacrucis. Con estas palabras, el calvario que Jesucristo vivió desde su arresto hasta su crucifixión cobra vida una vez más en las calles de la ciudad.
Los jóvenes de la Pastoral Juvenil se preparan para recrear las 15 estaciones descritas en la Biblia, momentos que nos dejan una enseñanza profunda sobre el sacrificio y la redención. Con devoción y solemnidad, asumen sus roles y se disponen a llevar a cabo esta representación emotiva y significativa.
Cada Viernes Santo, el Viacrucis toma protagonismo en Olanchito, atrayendo a miles de católicos que recorren las calles de la ciudad como una muestra de su fe en el sacrificio redentor de Jesucristo. Es una oportunidad para reflexionar sobre el significado más profundo de la Pasión y la muerte de Cristo, y para renovar el compromiso con los valores cristianos.
Las actividades religiosas en Olanchito comienzan con la procesión del Jueves Santo y el arresto de Jesús. El sonido solemne de la trompeta y los cánticos reflexivos acompañan a los hombres que protagonizan la procesión del silencio, rememorando el momento en que Jesús es arrestado y llevado hacia su destino final.
En medio del silencio y la reflexión, los fieles caminan con devoción, recordando el sacrificio supremo de Jesús por la humanidad. El Viacrucis en Olanchito no solo es una tradición religiosa, sino también un poderoso recordatorio de la importancia de la fe, la esperanza y el amor en la vida de los creyentes.