El panorama que muchos expertos vaticinaban para las elecciones primarias en Argentina, un escenario en el que los votos de la ciudadanía se dividían en tres tercios, contó con un protagonista inesperado: el ultraderechista Javier Milei fue el precandidato más votado de todo el arco político.
Con casi 7 millones de sufragios, el economista libertario, líder de la formación La Libertad Avanza, no sólo capitalizó el voto del descontento de la sociedad argentina, sino que se convirtió en el político más votado de entre los aspirantes a la Presidencia para el 22 de octubre.
No obstante, a medida que fue avanzando el escrutinio (un 95 %) más se fueron acortando las ventajas entre su formación, que ganó con un 30,17 %, y las otras dos más votadas: la principal coalición opositora, Juntos por el Cambio (centroderecha), con un 28,25 %, y la oficialista Unión por la Patria (peronista), con un 27,15 %.