En riesgo las elecciones generales del 30 de noviembre

Política

A menos de cinco meses para las elecciones generales del 30 de noviembre, la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Cossette López, ha lanzado una grave advertencia al país: el consejero propietario Marlon Ochoa ha abandonado su responsabilidad institucional, boicoteando el cronograma electoral y poniendo en riesgo el proceso democrático más importante de Honduras.

Según denuncias públicas de la consejera López, Ochoa ha ignorado reiteradas convocatorias a sesiones de pleno durante esta semana, ausencias que han paralizado decisiones clave como la implementación del sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP), la ejecución de compras electorales y otros procesos logísticos vitales para garantizar unas elecciones transparentes.

Ante este incumplimiento, el CNE ha activado el mecanismo de suplencia, convocando a Carlos Enrique Cardona Hernández, consejero suplente, a asumir funciones si Ochoa vuelve a ausentarse este jueves 10 de julio a las 6:00 p.m.

La situación ha escalado más allá de la inasistencia. Cossette López denunció que personal contratado por Ochoa está saboteando deliberadamente las operaciones del órgano electoral: marcan asistencia pero no trabajan, se niegan a ejecutar sus tareas y buscan “inmovilizar el ente electoral”.

López fue enfática al señalar que este sabotaje interno no es solo una estrategia de presión política, sino un ataque directo a la institucionalidad y al derecho ciudadano de elegir y ser electo.

“Están poniendo en entredicho la democracia. Los procesos no pueden detenerse porque alguien decide no presentarse o usar su estructura como barricada política”, sentenció la funcionaria.

La crisis institucional del CNE no es aislada. Esta semana, el Congreso Nacional fue escenario de agresiones físicas y verbales. La candidata liberal Saraí Espinal fue golpeada por colectivos del partido Libre, y la presidenta del CNE fue abucheada e interrumpida durante su intervención ante el pleno por diputados y simpatizantes del oficialismo.

La respuesta de la presidenta Xiomara Castro fue una carcajada. En tono irónico, calificó los hechos de “un show”, minimizando la violencia política contra las consejeras del CNE.

“Cada día se van quitando las máscaras”, dijo entre risas, una declaración que ha causado indignación entre organizaciones feministas y sectores defensores de la democracia.

López advirtió que si esta inercia persiste, el cronograma electoral colapsará. Ya hay retrasos en contrataciones, auditorías técnicas, enmiendas legales, compras y procesos logísticos.

Mientras tanto, la ciudadanía observa con desconcierto cómo la clase política juega a sabotear su propio sistema democrático. Las elecciones no son un capricho de partido, son un derecho del pueblo, y su realización depende del cumplimiento de cada paso en el calendario electoral.

¿Está Honduras a las puertas de una elección fallida? Si el boicot persiste y no se reestablece el orden institucional en el CNE, el país podría enfrentarse a su mayor crisis electoral desde la década de los 80. La historia juzgará a quienes debían garantizar democracia… y eligieron abandonarla.

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