España registra su nombre en la historia de las Eurocopas por cuarta vez. La selección española se lo jugaba todo ante Inglaterra en la gran final. Un duelo de titanes, una lucha de gladiadores, una guerra entre dos grandes equipos con un mismo sueño: levantar la copa de la Eurocopa.
España ha comenzado por delante en el marcador gracias a un tanto de Nico Williams a pase de su pareja de baile, Lamine Yamal. Pero los Three Lions tenían todavía mucho que decir. Palmer ponía el partido en tablas de nuevo en el minuto 73.
Entrado ya en los últimos minutos de partido, Mikel Oyazarbal registraba el gol de la victoria para los suyos. España se alzaba con la gloria en Alemania y conquistaba su cuarta Eurocopa para culminar su obra maestra tras registrar una competición impecable.
La Roja llegaba al encuentro como esa que sabe lo que es conquistar el torneo europeo, ya lo había conseguido en tres ocasiones a lo largo de la historia, pero quería más, quería volver a repetir esa gesta, esa hazaña digna de tan solo unos pocos.
Por su parte, Inglaterra llegaba con sensaciones agridulces al encuentro, esas que ha evidenciado a lo largo de toda la competición. Quería, además, romper esa racha de sequía de títulos, dado que llevaban 58 años sin levantar un título y la Eurocopa es para ellos terreno desconocido, ya que tan solo han ganado un Mundial a lo largo de la historia. Dos selecciones con un bagaje diferente y un mismo sueño.