Ocotepeque, Honduras – La tensión política volvió a encenderse este jueves con las declaraciones de la presidenta Xiomara Castro y de su esposo, el expresidente Manuel “Mel” Zelaya, en medio de la polémica por la detención de tres hondureños acusados de terrorismo y de un supuesto plan para atentar contra el exmandatario.
En un acto oficial en el occidente del país, la presidenta Castro expresó su respaldo a la denuncia hecha por el fiscal general, Johel Zelaya, sobre lo que calificó como “una trama seria” para desestabilizar al Estado y atentar contra su esposo. “Yo espero que la fiscalía continúe con la investigación y que no solamente se señalen a los autores materiales, sino también a los autores intelectuales que están detrás de esa trama”, afirmó durante la supervisión de la construcción del hospital básico de Ocotepeque.
La gobernante recordó que en los audios presentados por el Ministerio Público se menciona que este tipo de conspiraciones “ya se había intentado en 2009”, año en que Zelaya fue derrocado en un golpe de Estado.
Por su parte, el expresidente Manuel Zelaya, en un mensaje a medios y simpatizantes, aseguró que “la sangre de Cristo me protege”, atribuyendo a la fe su fortaleza frente a lo que considera ataques políticos.
El caso ha generado división de opiniones. Mientras el oficialismo sostiene que se trata de una amenaza real contra el exmandatario, sectores de oposición, abogados y expertos en criminología han cuestionado la solidez de las pruebas —principalmente audios filtrados— y señalan que podrían tratarse de conversaciones extraídas de grupos de chat, sin valor probatorio contundente.
La presidenta Castro no abordó en su discurso la denuncia de la fiscal general de Estados Unidos, Pamela Bondi, quien recientemente acusó a su gobierno de violar la soberanía nacional en otro caso de alto perfil.
