Guatemala elige como presidente a Bernardo Arévalo

Internacionales

En un giro histórico para Guatemala, Bernardo Arévalo, hijo del influyente expresidente Juan José Arévalo, ha emergido como el nuevo presidente del país centroamericano.

Con un impresionante respaldo de 1.9 millones de votos, que representa el 59% de más de 3 millones de votos digitalizados hasta ahora por el Tribunal Supremo Electoral, Arévalo se alza como el líder elegido por la mayoría de los guatemaltecos.

La historia de Bernardo Arévalo está marcada por un profundo compromiso con su país, aunque sus raíces se extienden por todo el mundo. Nacido en Montevideo y con 64 años de edad, pasó su juventud en Venezuela, México y Chile antes de establecerse en Guatemala a la edad de 15 años.

Su trayectoria académica lo llevó a estudiar sociología en Israel y ocupó cargos de responsabilidad como vicecanciller entre 1994 y 1995 y embajador en España en 1995-1996.

Una de las promesas más destacadas de Bernardo Arévalo durante su campaña electoral fue seguir los pasos de su padre en el intento de sacar a la mayoría de los 17.6 millones de guatemaltecos, especialmente al 60% de ellos que vive en condiciones de pobreza, de la difícil situación económica que enfrentan.

Sin embargo, su partido político ha sido objeto de una profunda investigación por parte de la Fiscalía de Guatemala. Se le acusa de haber falsificado firmas con el fin de obtener la autorización del Tribunal Superior Electoral para el Movimiento Semilla.

En cuestiones sociales, Arévalo ha dejado claro que no planea legalizar el aborto más allá de los casos en que la vida de la mujer esté en peligro, ni el matrimonio igualitario. No obstante, ha manifestado su firme compromiso de combatir la discriminación y la estigmatización basadas en género o religión en el país.

La atención ahora se centra en la respuesta de Sandra Torres Casanova, de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), quien cuenta con 1.1 millones de votos.

La aceptación de los resultados por parte de Torres Casanova marcará un hito importante en el proceso de transición de poder en Guatemala.