“La matamos porque hacía brujería”: cinco familiares condenados por el brutal asesinato de una mujer en Yoro

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OLANCHITO, Yoro — En un caso que ha conmocionado a la opinión pública hondureña, un tribunal de Yoro declaró culpables a cinco miembros de una misma familia por el asesinato de Sara García Martínez, una mujer de 40 años que fue ejecutada y quemada en una aldea rural de Olanchito, el 13 de agosto de 2023.

Los condenados —Santos Mártires García Munguía, Estanis García Martínez, Leandra Munguía García, Teresa Alvarado Méndez y Juan Evangelisto Guillén— fueron hallados responsables del crimen ocurrido en la comunidad Gracias a Dios, un sector apartado en las montañas del municipio de Olanchito.

Según la investigación, la víctima fue atacada por sus propios familiares, quienes justificaron el homicidio bajo la creencia de que “practicaba la brujería”.

De acuerdo con el expediente judicial, la noche del 13 de agosto los victimarios acribillaron a Sara García a balazos, luego desmembraron su cuerpo con machetes y lo quemaron en el patio de su vivienda, en un acto que la fiscalía describió como “una ejecución ritual de extrema violencia”.

Los vecinos de la zona, horrorizados, alertaron a las autoridades luego de observar el humo que salía de la vivienda.

Horas más tarde, equipos de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) y la Dirección Nacional de Prevención y Seguridad Comunitaria desplegaron un operativo que culminó con la captura de los cinco sospechosos.

Durante los interrogatorios, los detenidos admitieron haber cometido el crimen, alegando que la mujer “hacía brujería” y que “era un peligro para la comunidad”.

El Tribunal de Sentencia de Yoro, tras analizar las pruebas forenses, testimoniales y los informes policiales, concluyó que los acusados actuaron de forma premeditada y con extrema crueldad, motivados por supersticiones y disputas familiares.

Los jueces calificaron el acto como un homicidio agravado con ensañamiento, y dictaron condena en contra de los cinco implicados, cuya sentencia definitiva se dará a conocer en los próximos días.

El Ministerio Público destacó la rapidez del proceso, señalando que el caso “refleja los desafíos que enfrenta el sistema judicial en comunidades donde aún persisten creencias que derivan en violencia extrema contra mujeres”.

El asesinato de Sara García Martínez expone un fenómeno arraigado en zonas rurales de Honduras: la combinación de ignorancia, superstición y violencia de género.
Organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres advirtieron que este crimen es una muestra de cómo los prejuicios culturales y la falta de acceso a la educación siguen alimentando tragedias que se disfrazan de creencias populares.

“Este caso no solo es un feminicidio brutal, es un reflejo de la deshumanización y del abandono estatal en comunidades donde la justicia y la razón llegan tarde”, expresó una activista local consultada por El Comejamo