La Ceiba , Atlántida – Viajar a La Ceiba, la encantadora “novia de Honduras”, solía ser una experiencia que deleitaba a los habitantes del valle del Aguán. Un recorrido que invitaba a disfrutar de sus centros comerciales, restaurantes, playas y ambiente caribeño.
Pero hoy, esa emoción ha sido reemplazada por temor y frustración ante el lamentable estado de la carretera CA-13, un trayecto que parece más una ruleta rusa que un corredor turístico.
La otrora ruta de acceso a una de las ciudades más queridas del país se ha convertido en un camino lleno de trampas.
Cientos de agujeros salpican la carretera, y no es extraño ver vehículos averiados al costado de la vía. Familias enteras, que alguna vez emprendieron el viaje con alegría, ahora esperan ser auxiliadas tras sufrir pinchazos o daños severos en sus autos al caer en los temidos baches.
Lejos de ser la bienvenida esperada, la CA-13 se ha ganado el apodo de la “carretera de la muerte”, reflejando el abandono gubernamental de un corredor vital para el turismo y la economía de la región.
La Ceiba, esa ciudad que solía encantar con su magia caribeña, hoy recibe a sus visitantes con una advertencia: atravesar este camino es un desafío que pone a prueba la paciencia y la resistencia de quienes aún se atreven a emprender el viaje.
