Olanchito, Yoro – Dicen que en cada pueblo hay leyendas, y en Olanchito no solo hay leyendas: hay “perras” que caminan, cuentan cuentos, se aparecen en reuniones y hasta se sientan en los velatorios a recontar lo que “nadie se atrevió a decir en voz alta”.
Este fin de semana, esas historias que alguna vez parecieron chisme, mito o simplemente un buen cuento con café y pan de casa, cobran vida en forma de cómic digital, comenzamos con la hazaña de Argeo quien mantuvo una avioneta amarrada de un árbol hasta que termino de ordeñar, la soltó y la dejo seguir su vuelo, “podrían imaginar una avioneta sobrevolando y sin poder continuar su vuelo porque cual toro en celo esta amarrado de un poste” pues aquí te contamos esas y otras hazañas.
Sí, leyó bien: ¡cómic! Pero no uno cualquiera, sino una obra satírica, colorida y profundamente comejamo que rinde homenaje a esos personajes que fueron parte de la vida urbana del municipio, de los rincones del parque, de los pasillos escolares, del bus interurbano y del banco del pueblo.
Argeo, el rey de la narrativa callejera; Compa Jando, memoria ambulante y crítico del sistema desde su banquito en la esquina de su casa; y Cundito, el filósofo no oficial de Olanchito, son apenas los primeros inmortalizados en este esfuerzo gráfico que mezcla ternura, humor, nostalgia y algo de picardía criolla.
Porque sí, en Olanchito hasta los cuentos llevan tajadita de verdad, y los mitos tienen apodo y dirección conocida.
La propuesta nació del equipo creativo de nuestro periódico digital, www.elcomejamo.com que cansado de ver tantos “superhéroes gringos” decidió volver la mirada hacia nuestros propios íconos: los que no usaban capa, pero sí sombrero de palma; los que no salvaban al mundo, pero sí rescataban un chiste perdido en cada esquina.
Las historietas —ilustradas con arte digital pero conservando la esencia del trazo hecho a mano— serán publicadas en nuestras redes sociales todos los fines de semana. Podrás compartirlas, comentarlas y, por qué no, hasta decir “¡yo conocí a ese man!”
Este cómic es más que un producto gráfico: es un tributo a la idiosincrasia de nuestros pueblos. Es nuestra forma de reírnos con nosotros mismos, de rescatar nombres que la historia oficial olvidó pero que la memoria popular jamás soltó.
Es el álbum no autorizado de personajes que fueron, y gracias a esta serie, seguirán siendo.
¡Prepárate, Olanchito! Que cada viñeta traerá una carcajada, un recuerdo y quizá hasta una lágrima. Porque las perras del pasado ahora tienen tinta digital… y no perdonan a nadie.
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