En la Corte del Distrito Sur de Nueva York, este jueves, se destapó un complejo entramado de corrupción y narcotráfico que involucra a políticos hondureños de diversos partidos. Devis Leonel Rivera Maradiaga, exlíder del cartel de Los Cachiros, presentó testimonio contundente contra su primo, el exdiputado liberal Midence Oquelí Martínez Turcios, a quien señaló de haber conspirado en actividades violentas y sobornos a líderes políticos.
Durante la audiencia, la Fiscalía presentó pruebas que vinculaban a Oquelí Martínez con reuniones clandestinas y acuerdos con figuras políticas y criminales. Un video de enero de 2014 mostró a Rivera Maradiaga junto a políticos hondureños como Fredy Nájera, Ramón Matta Waldurraga y Víctor Sabillón, discutiendo estrategias para garantizar protección a las actividades del cartel.
Según el testimonio del Cachiro, dichas reuniones buscaban influir en la elección del presidente del Congreso Nacional (2014-2018) para asegurar la protección del narcotráfico.
Rivera Maradiaga declaró que los sobornos a políticos de los partidos Nacional, Liberal y Libre tenían como objetivo asegurar tránsito libre para la droga, acceso a información confidencial y apoyo político.
“Sobornábamos a todo político que apoyara nuestras actividades, sin importar su partido”, dijo Rivera Maradiaga, quien llamó a los implicados “narcodiputados” y “narcopolíticos”.
Entre los nombres mencionados destacaron los expresidentes Porfirio Lobo y Juan Orlando Hernández, así como otros políticos relacionados con el narcotráfico, como Yani Rosenthal y Fabio Lobo.
Según Rivera Maradiaga, los sobornos no se limitaban a dinero; también se intercambiaban favores y protección mediante influencias políticas.
El juicio también reveló un lado oscuro de las operaciones del cartel. Se discutió la participación de Oquelí Martínez en el asesinato del periodista Nahún Palacios y otras cinco personas. Rivera Maradiaga aseguró que Martínez, conocido como “El Primo”, vestía indumentaria militar y utilizaba vehículos con placas del Congreso Nacional para proteger cargamentos de droga.
La defensa de Oquelí Martínez, liderada por Kristen Santillo, intentó cuestionar la credibilidad de Rivera Maradiaga, insinuando que el acusado podría haber sido confundido con un hermano. Sin embargo, el juez Lewis Kaplan desestimó estas tácticas como reiterativas y ordenó que la defensa evitara desviar la atención del caso principal.
El juicio continuará el próximo lunes, con la expectativa de que se presenten más pruebas y testimonios. Mientras tanto, las revelaciones de Rivera Maradiaga han dejado al descubierto un vínculo alarmante entre el narcotráfico y la política en Honduras, planteando serias interrogantes sobre la infiltración de actividades ilícitas en las instituciones del país.