Mari Ponce: La vendedora ambulante de jocotas que lleva consuelo en cada fruta

Cultura

En las tranquilas y frescas mañanas de Olanchito, se puede encontrar a Mari Ponce, una mujer valiente y trabajadora que cada día emprende un viaje desde la aldea de Los Planes hasta la ciudad, llevando consigo no solo frutas, sino también una historia de perseverancia y amor por su familia.

Mari, madre de tres hijos, perdió a su esposo hace un año, y desde entonces se ha convertido en el pilar de su hogar. Todas las mañanas, antes de que salga el sol, Mari se prepara para su jornada como vendedora ambulante. Su destino es la comunidad de Ciudad Vieja, donde compra las jugosas jocotas que luego vende en Olanchito.

Acompañada por su hijo menor, Mari emprende el viaje en moto desde Los Planes hasta Ciudad Vieja, donde selecciona cuidadosamente las mejores frutas para llevar a sus clientes en la ciudad. Las jocotas, una fruta típica de la temporada de verano, son su especialidad, y las ofrece con una mezcla de sal y cominos, una combinación que resalta su sabor y atrae a los compradores.

Cada bolsa de jocotas que vende Mari no solo representa un producto fresco y delicioso, sino también horas de esfuerzo y sacrificio para asegurar el bienestar de su familia. “Salgo a las 6 de la mañana de Los Planes, me traen en moto hasta Ciudad Vieja y de ahí me vienen a dejar a Olanchito. Ya al atardecer, regreso a casa”, compartió Mari, destacando la dedicación y la constancia que implica su labor diaria.

A pesar de las adversidades, Mari encuentra en su trabajo una forma de seguir adelante y brindar un futuro mejor para sus hijos. Su historia inspiradora demuestra que, incluso en los momentos más difíciles, el amor y la determinación pueden convertirse en la fuerza motriz que impulsa a las personas a seguir luchando por sus sueños.