Tegucigalpa, Honduras. Cientos de hondureños se volcaron a las calles este jueves en respaldo a las consejeras del Consejo Nacional Electoral (CNE), Cossette López y Ana Paola Hall, quienes han denunciado amenazas por parte de dirigentes y autoridades afines al gobierno de la presidenta Xiomara Castro.

La marcha, que recorrió las principales avenidas de la capital, se convirtió en un grito de defensa a la democracia y la institucionalidad del país.
La marcha pacífica inició en las inmediaciones del estadio Lempira Reina y culminó en la sede del CNE, en la colonia El Prado. Vestidos con camisas blancas y ondeando banderas azul y blanco, los manifestantes expresaron su apoyo a las consejeras, denunciando presiones que buscan desestabilizar el proceso electoral.
Durante el recorrido, se escucharon consignas en favor de la democracia y en contra de lo que consideran intentos de manipulación política.
Líderes políticos y ciudadanos coincidieron en la importancia de defender el CNE como ente garante de elecciones libres y transparentes.

El jefe de bancada del Partido Nacional, Tomás Zambrano, enfatizó que “es el momento de reclamar el respeto a la institucionalidad, a la democracia y a las consejeras del CNE”. Mientras tanto, el dirigente nacionalista Juan Diego Zelaya advirtió que el país no puede seguir bajo un gobierno que, según él, busca perpetuarse en el poder.
Entre la multitud también se escucharon voces de indignación por la presunta manipulación del proceso electoral.
“Honduras ya no quiere vivir bajo actos ilegales, corrupción y nepotismo”, expresó María Antonieta Mejía, una de las participantes en la movilización. Sus palabras reflejaron el sentir de muchos ciudadanos que exigieron transparencia en el desarrollo de las próximas elecciones primarias.

Al llegar a la sede del CNE, los manifestantes entonaron el Himno Nacional y corearon frases como “¡No están solas!” y “¡Libre nunca más!”, en referencia al partido de gobierno. Momentos después, la consejera presidenta salió a una ventana para agradecer el respaldo ciudadano, mientras la multitud aplaudía su labor en la institución electoral.
Por más de 25 minutos, los asistentes expresaron su compromiso con la democracia, advirtiendo que no permitirán presiones políticas sobre el CNE. La movilización dejó un mensaje claro: el pueblo hondureño exige un proceso electoral transparente, libre de injerencias que puedan comprometer la voluntad popular.