Tegucigalpa — En un país marcado por más de una década de fracturas políticas y sociales, el virtual presidente electo de Honduras, Nasry Juan Asfura Zablah, aprovechó la Navidad para lanzar un mensaje de reconciliación, unidad y paz.

En un mensaje televisado, transmitido pocas horas después de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) lo declarara oficialmente ganador de las elecciones generales celebradas el pasado 30 de noviembre, Asfura apeló a la fe, la memoria y la esperanza como ejes para reconstruir la convivencia nacional.
“Es tiempo de reconciliación, de unidad y de paz”, expresó el mandatario electo. “El nacimiento de Jesús, el príncipe de la paz, nos recuerda que el amor es más poderoso que cualquier división y que esta Navidad nos encuentre más humanos y más hermanos”.
El llamado no fue casual. Honduras sigue profundamente polarizada desde el derrocamiento del entonces presidente Manuel Zelaya el 28 de junio de 2009, un episodio que marcó un punto de quiebre institucional y social.
Asfura, candidato del Partido Nacional, obtuvo el 40,26 % de los votos, según los resultados finales del CNE. Su victoria se produjo tras un proceso electoral prolongado y polémico, caracterizado por fallas técnicas, retrasos en el conteo y un escrutinio especial motivado por inconsistencias en cientos de actas.
El segundo lugar fue ocupado por el candidato del Partido Liberal, Salvador Nasralla, quien estuvo muy cerca en el resultado final y llegó a exigir públicamente un recuento “voto por voto”. En tercer lugar quedó la candidata del partido oficialista Libertad y Refundación (Libre), Rixi Moncada, heredera política de la presidenta saliente Xiomara Castro, quien no reconoce los resultados proclamados por el ente electoral.
En ese contexto, el mensaje navideño de Asfura buscó tender puentes más allá de la aritmética electoral. “Debemos reconocernos como lo que somos: una sola familia hondureña”, afirmó. “Con profunda gratitud y asumiendo el honor de servirles, les extiendo mi mano para caminar juntos, con firme determinación, trabajando sin descanso por Honduras”.
Exalcalde de Tegucigalpa durante dos períodos consecutivos, entre 2014 y 2022, Asfura cerró su discurso con una frase cargada de simbolismo cultural: “Dios los bendiga y bendiga Dios la pródiga tierra en que nací”, un verso tomado de La oración del hondureño, del escritor Froylán Turcios, una de las piezas literarias más emblemáticas del nacionalismo cívico hondureño.
Asfura asumirá la presidencia el próximo 27 de enero de 2026, convirtiéndose en el quinto gobernante del Partido Nacional desde el retorno al orden constitucional en 1980. Antes que él, gobernaron Rafael Leonardo Callejas, Ricardo Maduro, Porfirio Lobo y Juan Orlando Hernández, este último durante dos períodos consecutivos, el segundo de ellos cuestionado por haber violentado la prohibición constitucional de la reelección.
El Partido Liberal, por su parte, gobernó el país en varias etapas entre 1982 y 2009, mientras que el ciclo más reciente estuvo encabezado por Xiomara Castro, del partido Libre, quien deja el poder tras una gestión marcada por tensiones políticas y una fuerte polarización.
En medio de ese complejo legado histórico, el presidente electo apuesta a que la Navidad marque algo más que una fecha en el calendario: un punto de partida para recomponer un país dividido, con la promesa de no fallar y de gobernar, según sus palabras, para todos los hondureños.

