Bonito Oriental, Colón. En una operación de patrullaje, las Fuerzas Armadas de Honduras localizaron una nueva plantación de hoja de coca en la zona montañosa de Río Chiquito, municipio de Bonito Oriental, en el departamento de Colón.

El hallazgo refuerza la alerta sobre la expansión del cultivo de coca en territorio hondureño, un fenómeno que las autoridades vinculan a estructuras del narcotráfico transnacional.
Según el informe oficial, la plantación cubría unas cuatro manzanas de terreno, donde se contabilizaron aproximadamente 25,000 arbustos de coca, con alturas que oscilaban entre uno y tres metros.
En el lugar también se encontró un vivero con más de 1,000 plántulas listas para ser sembradas, además de un laboratorio artesanal equipado con precursores químicos utilizados para el procesamiento de la droga.
El portavoz de las Fuerzas Armadas, capitán Mario Rivera, informó que durante la operación no se registraron capturas, aunque el Ministerio Público y la Dirección de Lucha Contra el Narcotráfico (DLCN) mantienen abiertas las investigaciones para identificar a los responsables.
“Las pesquisas preliminares apuntan a una estructura criminal que opera en la zona y que mantiene vínculos con redes dedicadas al tráfico internacional de cocaína”, detalló Rivera.
La operación fue ejecutada por el 15 Batallón de Infantería, en coordinación con la Dirección de Comunicación Estratégica de las Fuerzas Armadas y la DLCN, como parte del plan nacional de erradicación de cultivos ilícitos.

Según los datos proporcionados por la institución castrense, con este aseguramiento ya suman más de 50 plantaciones destruidas en lo que va del año, equivalentes a más de un millón de arbustos erradicados y 29 laboratorios artesanales desmantelados.
Estas cifras confirman una tendencia creciente: Honduras ya no solo es punto de tránsito de droga hacia el norte, sino también un país donde se ha instalado la siembra y procesamiento primario de coca.
En los últimos cinco años, los departamentos de Colón, Olancho, Yoro y Gracias a Dios se han convertido en los principales escenarios de operaciones antinarcóticos, con plantaciones ocultas en zonas montañosas de difícil acceso.
El capitán Rivera aseguró que las acciones sostenidas de erradicación han evitado que las organizaciones criminales procesen más de 3,800 kilogramos de cocaína, afectando su capacidad financiera y logística. “Cada plantación destruida representa un golpe directo a la estructura económica del narcotráfico y una victoria para la seguridad del país”, puntualizó.