Olanchito atraviesa un preocupante incremento en los casos de violencia contra mujeres, con cuatro ataques brutales registrados en menos de 48 horas. Los hechos han generado temor e impotencia en la población y ya han encendido las alarmas de organismos defensores de los derechos de la mujer.
En el municipio de Arenal, específicamente en la zona de Zapamatepe, Andi Yamiri Martínez Martínez fue atacada por su compañero de hogar, quien le propinó cinco puñaladas. La joven, originaria de Olanchito y residente en Jocón, ya había sido víctima de agresiones previas por parte del mismo individuo, según reportes policiales.
Otro caso estremecedor ocurrió en la colonia Universitaria de Olanchito, donde Elsa Marina Mancía fue atacada por su pareja, un guardia de seguridad. El agresor le disparó en reiteradas ocasiones tras amenazarla en su domicilio. Elsa fue trasladada al Hospital Aníbal Murillo Escobar, donde permanece en estado delicado.
En la comunidad de El Carril, Yeimi Macías Acosta, de 20 años, fue asesinada presuntamente por un exnovio. La joven fue encontrada sin vida en su vivienda, con evidentes signos de violencia, incluyendo heridas de arma blanca y golpes.
El caso más reciente ocurrió en San José, donde Heydi Rodríguez Cano, de aproximadamente 30 años, fue baleada durante un intento de asalto. La joven recibió seis impactos de bala y su estado de salud es crítico.
La Policía Nacional Preventiva ha señalado que, en al menos dos de estos casos, los atacantes fueron parejas sentimentales de las víctimas, lo que refuerza la urgencia de abordar la violencia de género en la región.
Estos episodios violentos marcan un alarmante patrón de agresión hacia las mujeres en Olanchito y sus comunidades, evidenciando la urgente necesidad de fortalecer las políticas de prevención, protección y justicia para garantizar la seguridad de las mujeres en el municipio.
“Estos hechos no solo llenan de temor a la población, sino que exigen una respuesta inmediata y contundente de las autoridades y la sociedad” expreso la Licenciada Iris Figueroa quien desde Cruz Roja están comenzando a registrar todos estos ataques en contra de mujeres en Olanchito.
“No podemos seguir normalizando el dolor y el miedo. Cada agresión es un recordatorio de la urgencia de actuar: fortalecer las leyes, garantizar justicia para las víctimas y priorizar la educación en igualdad y respeto desde todos los ámbitos” puntualizo Figueroa.
Para otros el silencio y la inacción son cómplices de esta tragedia. “Es hora de que todos, desde las instituciones hasta los ciudadanos, nos unamos para decir basta. Olanchito no puede permitir que el futuro de sus mujeres siga siendo empañado por la violencia” manifesto el Pastor Donaldo Guillen.
